CANCÚN, Q. Roo.- Para el ex gobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks Díaz, la profesionalización de la Policía es la clave de la seguridad que le está haciendo falta al estado en estos momentos, “pero no con cursillos de dos o tres meses”, sino que para que las corporaciones hagan un trabajo eficaz, se requiere de una formación mínima de dos años, advierte.
Licenciado en derecho y con formación militar (es teniente coronel del Ejército Mexicano), coincide con el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, de que urge definir la manera como se van a ir capacitando y formando las corporaciones policiales del país, para que vayan sustituyendo gradualmente el trabajo de las fuerzas armadas en labores como el combate a la delincuencia organizada.
En su experiencia, los hechos de violencia ocurridos la semana pasada en Playa del Carmen y Cancún se debe al “vacío de poder” que ocasionalmente se genera en los relevos gubernamentales, los cuales, asegura, la delincuencia no pasa por alto pues siempre está al acecho. Además, dice, “no podemos desconocer las infiltraciones en los cuerpos de seguridad”.
Joaquín Hendricks realizó una visita de cortesía a las instalaciones de Quintana Roo Hoy y aceptó hablar de los temas vigentes en la agenda estatal y nacional.
Considera que al nuevo gobierno debe otorgársele el beneficio de la duda frente a los retos que está enfrentando, pues afirma que se encontró con un gran desorden administrativo y financiero. Y habló también de la crisis que vive el PRI, así como de su relación con su antecesor, el recientemente deportado Mario Villanueva y hasta con el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con quien tuvo acercamiento y tratos durante su periodo gubernamental comprendido entre 1999 y 2005.
-Desde luego que hay motivo de preocupación, pero no quiere decir que se tornen incontrolables las cosas. Preocupados y ocupados debemos estar para sumarnos al esfuerzo que realizan nuestras autoridades para poder remontar este momento complicado que estamos viviendo. Hemos observado las expresiones del secretario de la Defensa Nacional, de la Marina, en el sentido de que la participación que tienen estas instituciones en el combate a la delincuencia organizada requiere de nuevas normas, de una mejor regulación, para que se cuiden las garantías de los ciudadanos, pero que a la vez se pueda actuar con mayor eficacia.
-Me parece que la traducción de la posición de los secretarios (Defensa y Marina) va más allá de las especulaciones que se han expresado en el sentido de que se pretenden regulaciones especiales para la violación de las garantías ciudadanas. Me parece que lo que quieren es que se precise la manera cómo habrán las corporaciones de ir sustituyendo gradualmente el trabajo de las fuerzas armadas.
-La delincuencia siempre está al acecho y no pasa por alto que en el relevo gubernamental hay algunos vacíos y los aprovecha. En la administración pública y la política, tenemos que cuidar que no se den esos vacíos; cuidar que los relevos de una administración a otra, estén totalmente cubiertos. Obviamente no podemos desconocer que hay infiltración en los cuerpos de seguridad. Tenemos que ser más cuidadosos.
-Efectivamente, todo empieza desde la pérdida de confianza de la ciudadanía a las instituciones, a los partidos. Tiene mucho que ver la escasa credibilidad que se tiene hacia ellos; las grandes diferencias que existen entre los grandes sectores del país. Hay salarios mínimos de hambre, cuando en la administración pública hay sueldos que se acercan y a veces hasta superan el millón de pesos. Ese es el asunto que se ha venido convirtiendo en un caldo de cultivo: la sociedad no puede ver bien que sus problemas sean vistos de una manera, mientras en la vida pública se tiene una agenda diferente. Porque hay dos agendas: una de los ciudadanos y la otra de la partidocracia.
-Lo tenemos que entender. Yo estuve hasta noviembre en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI y una de las cosas en las que me ocupé, fue la de rescatar disposiciones estatutarias que establecen que el PRI, para poder recuperar la confianza ciudadana, al momento de elegir candidatos debe de postular a simpatizantes; ya no solamente a los que forman parte del partido. Aunque no haya trayectoria partidista, pero que haya buenos perfiles, porque existen ciudadanos reconocidos por la sociedad. El PRI debe de buscarlos y postularlos. De otra manera, ni todos los partidos juntos vamos a ganarle a la sociedad.
-Aspiro a participar con mis compañeros en Quintana Roo en el rescate del PRI. Esa es mi aspiración, lo dije cuando dejé la gubernatura y he honrado mi palabra y la voy a honrar hasta el último de mis días, que después de haber sido gobernador de este estado yo no iba a ser competidor de ningún cargo político aquí. Lo que yo pueda hacer en la Federación, será otra cosa.
-Yo no diría que hay dos grupos, debe ser uno solo. Ellos son priistas y si se atienen a las reglas de los que queremos que el PRI evolucione, que se transforme, son bienvenidos.
Claro, si quieren conservar prebendas, si quieren seguir manteniendo actitudes y visiones arcaicas, ajenas a la realidad que estamos viviendo, esos ya deben estar fuera.
-Creo que es muy cierta la expresión que aprendí en política. La Cámara de Diputados es la “universidad de la política”; ahí se aprende a convivir con compañeros de todas las expresiones partidarias, se debate, se contrastan ideas en la tribuna y una vez que se acabó el debate, vamos a convivir, vamos a comer. Pero en el pueblo si te ven platicando con alguien que tiene ideas diferentes a tu partido, ya te señalan como traidor.
-El PRI está convaleciente en Quintana Roo, pero con un pronóstico optimista. A condición de que entendamos que los tiempos pasados fueron malos y que hay que enmendar los errores cometidos.
-Un arranque difícil. El hecho que estemos viviendo por primera vez una alternancia en Quintana Roo, eso nos hace pensar que la situación no podría darse de manera muy fácil.
Están viviendo complicaciones serias, no solamente por la alternancia en sí, sino porque se da en condiciones en donde hubo un gran desorden financiero; eso multiplica en grado extremo la complejidad de la tarea. Creo que se está arrancando bien, pero no hay que perder el tiempo.
Cuestionado sobre su opinión en el caso de Mario Villanueva Madrid, Joaquín Hendricks dice que es un caso muy difícil, porque tiene dos vertientes: la de un tema neurálgico para la justicia en México, que es la certeza según el análisis que hacen las autoridades de su involucramiento en temas de la materia y donde tiene aún una sentencia de 22 años por cumplir y por otro lado, la dureza del sistema penal, la parte humana que nunca hay que desatenderla.
Comparte la idea que van a haber expresiones todavía bien intencionadas, de afecto, en la ciudad de Chetumal, donde hay muchos grupos ‘villanuevistas’ que recuerdan con mucho cariño al ex gobernador Mario Villanueva, pero difícilmente, asegura, van a encontrar eco en la racionalidad y en el juicio ponderado que deben hacer desde el ámbito federal.
-No. No he tenido la oportunidad.
-Desde luego que sí. No tengo ninguna razón para no hacerlo. Tuvimos después algunas diferencias políticas, pero esas ya quedaron atrás.
-Bueno, sí, pero el agradecimiento de haber logrado el diálogo político que necesitamos, en el momento en el que se requirió. El haber encontrado diálogo político me permitió avanzar en mi búsqueda de la candidatura y a la postre llegar a ser el gobernador de este estado. Las diferencias se subsanaron.
– La relación con Donald Trump fue a través de terceros. Sí tuve oportunidad de estar en la mesa con el hoy presidente de los Estados Unidos y fue más bien porque en mi gubernatura estuvimos haciendo un importante esfuerzo por construir locaciones de cine en Quintana Roo. Creamos una estructura administrativa y empezamos a buscar figuras del cine de aquel momento. Y en esa búsqueda, de repente, me vi en la mesa platicando con Donald Trump. No hubo mayor acercamiento, solamente en función de estas líneas estratégicas para atraer al estado nuevas inversiones y desarrollos.
-Creo que hay que actuar con mucha imaginación. Buscar la manera de mantener el interés del ciudadano americano en nuestro estado, más allá de los gobiernos, más allá de las políticas públicas de ese gobierno. Si sabemos seguir vendiendo el gran atractivo que tenemos, si sabemos seguir vendiendo el profesionalismo de los prestadores de servicios turísticos que hemos ido enriqueciendo con instituciones de nivel superior, creo que no vamos a tener problemas para seguir manteniendo los flujos turísticos hacia Quintana Roo. (Jorge Castro Noriega / Martín Iglesias / QUINTANA ROO HOY)