JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, afirmó que el patrimonio arqueológico no está en riesgo por el Tren Maya y que es una oportunidad para su preservación e investigación.
“El Proyecto del Tren Maya va de la mano del trabajo cotidiano del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esta zona, hay un despliegue importantísimo de arqueólogos que van delante de cualquier avance de este proyecto. También es una oportunidad importante para la preservación del patrimonio maya en toda esta zona. No ha habido una inversión tan importante tanto de zonas arqueológicas como de patrimonio biocultural en esta región.
El patrimonio que se está salvaguardando es inmenso con este proyecto. El patrimonio no está en riesgo y sí es una oportunidad para su preservación, divulgación e investigación”, aseveró la secretaria de Cultura.
Lo que ya se sabía
El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Antonio Benavides, informó que los vestigios prehispánicos encontrados por el paso del Tren Maya son de diferentes asentamientos que existieron entre los siglos 400 antes de Cristo hasta el mil 500 de nuestra era.
Detalló que donde fueron encontrados los vestigios fue en un Camino Real, el cual se empezó a construir a fines del XVI por instrucción de la Corona Española para vincular los asentamientos de Mérida y Campeche.
Recalcó que la recuperación de esta información y de los elementos de patrimonio cultural es importante porque forma parte del legado cultural.
SEÑALAMIENTOS AL PROYECTO
Las críticas al Tren Maya se remontan a 2020, cuando académicos nacionales y de países como Estados Unidos, Francia, Suiza, España, Colombia, Chile, Uruguay, entre otros de 25 nacionalidades, ingresaron sus señalamientos críticos a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya, de los tramos 1,2 y 3, en los que señalan graves impactos ecológicos, así como falta de información para poder evaluar el proyecto adecuadamente.
Respecto al apartado de descripción económica del proyecto férreo incluido dentro de la MIA, aseguran que “mezcla indiscriminadamente las escalas de aproximación, confundiendo datos nacionales, estatales, municipales y locales que derivan en conclusiones equivocadas”.
Puntualizan además que al predominar la tenencia colectiva de la tierra en gran parte del recorrido de la vía férrea por cinco estados de la República, “se proponen instrumentos financieros que convierten a los campesinos en socios minoritarios dependientes de las ganancias del mercado de valores, a la vez que dejan de disponer de su tierra”.
Además aseguran que no se precisan los términos del ordenamiento urbano que el propio Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha dicho que vendrá acompañado del Tren Maya; “la medida apunta solamente al desarrollo urbano cuando la Península es marcadamente rural”, se lee el documento.
Sobre el tema de las comunidades originarias, señalan que se desconocen los derechos colectivos de los pueblos indígenas y existen vicios en las fuentes encuestadas.
Plantean que a las asambleas realizadas como parte de la consulta indígena de diciembre de 2019 “fueron invitadas solamente las autoridades con reconocimiento institucional (Comisariados Ejidales y Comisarios Municipales), mas no las autoridades tradicionales que son variadas y diversas en las comunidades”.
Sobre el tema demográfico, señalan que al ser el sureste mexicano una región de alta movilidad poblacional, desplazamiento y migración, “la MIA no aporta un estudio de la problemática (situación y causas) ni ofrece medidas de encaminamiento o mitigación de las dinámicas socioeconómicas que generará el proyecto”.