Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo

Vendedores ambulantes, boleritos, cerillitos, franeleros, limosneros, así como ayudantes en talleres mecánicos y comercio en general, unos 17 mil niños, niñas y adolescentes en el municipio de Benito Juárez forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA), quienes tienen que trabajar para ayudar a la economía familiar o costearse sus estudios.

Estos menores que oscilan entre los 5 y 17 años edad, según datos de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE), se encuentran dentro del cotejo del trabajo infantil que en México alcanza los 2.5 millones, de los cuales el 36% no asiste a la escuela.

En el caso del municipio de Benito Juárez, tres de cada 10 menores trabajan y en la entidad existen unos 32 mil 103 menores en esta condición, de acuerdo cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS). De esta población el 35% provienen de los estados de Yucatán, Tabasco, Chiapas, Guerrero y Veracruz.

Asimismo, quienes conforman el segmento de menores trabajadores no cuentan con seguridad social, es decir, trabajan pero carecen de asistencia médica y a esto se le suma que sus percepciones oscilan entre uno a dos salarios mínimos, dependiendo de la actividad, aunque hay menores que al día producto del ambulantaje pueden obtener entre 200 a 500 pesos diarios.

No obstante, a esta cifras de las dependencias federales, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el municipio, refiere que únicamente tienen un registro de 150 menores de edad que laboran en la calles de Cancún, quienes supuestamente reciben apoyos económicos y en especie a fin de mejorar su calidad de vida, aseguró la directora del ramo Somuaya Amar Salazar.

En cuanto a los menores en situación de calle, son canalizados a la Casa de Asistencia Temporal para evaluar su condición y determinar si es factible que regresen con sus padres, a quienes se les da un seguimiento personalizado para que comprendan que los menores deben estar en el seno del hogar.

Se informó también que las autoridades del DIF realizan recorridos y trabajo de campo para detectar niños, niñas y adolescentes que trabajan en las calles o carecen de hogar pero los reportes oficiales indican que este fenómeno ha bajado.

En ese mismo sentido, el titular del SEyPS, Enoel Pérez Cortez, declaró que el número de menores trabajadores se ha reducido, aunque reconoció que sigue siendo un reto bajar a una tasa mínima la fuerza laboral infantil en Quintana Roo.

La cifras de esa dependencia reseñan que en el estado hay unos 32 mil 103 menores trabajando, de esos 17 mil pertenecen a Benito Juárez, donde se concentra el mayor número de niños, niñas y adolescentes obreros.

A nivel estatal, el sector servicios emplea a 23 mil 28 niños, cuatro mil 882 en trabajos ligados a la agricultura y tres mil 768 en otras actividades productivas.

Sin embargo en el tema laboral infantil, no sólo se violenta la Constitución, ya que de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo está prohibido que los menores trabajen, sino que hay casos en donde los derechos humanos de los infantes suelen ser vulnerados, en virtud de que laboran más de ocho horas, no cuentan con prestaciones y en el peor de los escenarios suelen ser abusados, ejemplo de ello es el caso de dos “cerillitos” que fueron amarrados por el gerente de una tienda de autoservicio Willy’s en la zona sur del estado.

Ante ello, el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO), Harley Sosa Guillen, dijo que investigaría el caso, al igual que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), empero, hasta el momento no se ha emitido ninguna recomendación.

Estas condiciones de abuso de los menores durante sus jornadas laborales no sólo expone lo vulnerable que están por sufrir toda clase de vejaciones, sino que exhibe también la permisividad de las autoridades, quienes permiten que las empresas contraten mano de obra infantil, situación que no es privativa de un estado sino una generalidad en México, dado que existen unos 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes que trabajan.

De acuerdo a cifras nacionales, la tasa de ocupación para la población infantil fue de 8.6 por ciento, en este cotejo, 11.4 son del sexo masculino y 5.8 corresponde al sexo femenino. En tanto el 2.45% no tiene escolaridad y el 38.7 por ciento cuenta con algún grado de primaria.

En el caso de Benito Juárez, el 55% viven con la mamá y el papá, el 25% sólo con la mamá y el 20% restante radican en la casa de un familiar, de éstos, el 64% trabaja para ayudar la economía familiar y asistir a la escuela y el 36% restante lo hace para sobrevivir.