Redacción
CANCÚN, Q. Roo
Cinco mil empleados e inversiones por más de 11 mil millones de pesos es lo que está en juego en Malecón Tajamar en caso de que el proyecto se cancele en definitiva.
De la comercialización de lotes, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) obtuvo 2,040 millones de pesos que habrán de implicar una derrama de 11,563 millones de pesos y la creación de 5,166 empleados directos así como 10,332 empleos indirectos.
En total, el Malecón Tajamar tiene una capacidad máxima de 2,583 unidades de alojamiento, conforme al Programa de Desarrollo Urbano de Cancún vigente en 2005, en virtud del cual se otorgaron las autorizaciones ambientales de la época, según asegura el propio Fonatur en la presentación de Tajamar hecha en febrero de este mismo año.
El Fondo asegura que entre los beneficios indirectos de Malecón Tajamar se encuentra el incremento y diversificación de la oferta inmobiliaria; la entrada de divisas por la llegada de inversionistas extranjeros; incremento en la afluencia de turistas nacionales y extranjeros, mayor consumo de servicios turísticos en la zona de influencia.
Costos por omisión
Fonatur refiere en este apartado que los lotes que fueron desmontados en Malecón Tajamar pertenecen “en su totalidad a privados”, quienes los adquirieron para desarrollarlos conforme a las autorizaciones expedidas en favor de Fonatur por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde el año 2006.
“Al ser Fonatur el titular de las autorizaciones ambientales y al haber comercializado los lotes para su desarrollo, de no haberse realizado el chapeo y desmonte previo al vencimiento de las aurtorizaciones otorgadas por Semarnat, los privados se habrían visto impedidos a desarrollar sus respectivos proyectos”, asegura la dependencia en el documento.
Añade que en ese caso, se habría dejado “a los privados” que adquirieron dichos lotes de buena fe en un “total estado de indefensión” y con absoluta carencia de certeza jurídica, por lo que habrían demandado a Fonatur.
Las demandas, asegura el Fondo, habrían generado un daño patrimonial potencial para el Gobierno de la República superior a los 3,000 millones de pesos, más de la mitad del presupuesto de la Secretaría de Turismo para 2016, que es de 5,211 millones de pesos.
Conclusiones e inconsistencias
En el documento, Fonatur emite 6 conclusiones del caso Tajamar que luego de varios meses de transcurrido el caso, han ido quedando en entredicho.
En la primera asegura que las autorizaciones y sus respectivas modificaciones para ampliar su vigencia en materia ambiental fueron otorgadas precio al inicio de la actual administración federal, encabezada por Enrique Peña Nieto.
Que el desarrollo de infraestructura y la lotificación del Malecón Tajamar se inició y concluyó previo al inicio de la actual administración.
Que “todos los lotes que en días pasados fueron desmontados y chapeados pertenecen a privados”, así como “el chapeo y desmonte se hizo en función de las autorizaciones ambientales otorgadas por Semarnat, con base en los protocolos correspondientes y dando cumplimiento al Programa de Rescate y Reubicación de Flora y Fauna”.
Asegura también que la no realización del desmonte habría generado una contingencia millonaria, y que el Malecón es un proyecto que tiene beneficios económicos, sociales y ambientales para Cancún.
La inconsistencia se encuentran en los puntos 3 y 4. En lo referente a la propiedad de los lotes, Fonatur asegura que “la totalidad de los predios desmontados en Malecón Tajamar pertenecen a privados”. Sin embargo, hay constancia en el Registro Público de la Propiedad aportado por el Movimiento Salvemos Malecón Tajamar de que de los 46 predios que conforman todo el complejo, 16 aún son propiedad de Fonatur, sin embargo, el Fondo sólo reconoce que le restan 3 terrenos por vender.
También asegura que se realizó el desmonte de vegetación conforme a los protocolos y al plan de manejo de flora y fauna, sin embargo, está documentado fehacientemente a través de inspecciones oculares validadas por un experto biólogo y dos actuarios, que aún hay presencia de manglar, cocodrilos, iguanas, entre otras especies que sobrevivieron a los trabajos de remoción y relleno realizados la noche del 16 de enero pasado, según las pruebas aportadas por abogados ambientalistas.
Esto quiere decir que Fonatur incumplió el punto 2 de las condicionantes emitidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la autorización de impacto ambiental que lo obligaban al rescate y traslado de especies previo al desmonte de los predios el 16 de enero pasado.
Por sí solas, las pruebas presentadas acreditan que se violaron las condicionantes ambientales, lo cual es motivo suficiente para anular la validez de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), según lo establece la propia MIA en su artículo 10.