Alejandro García Chávez
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Derivado de la reunión que sostuvieron la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo con la Guardia Nacional, se definieron las estrategias para iniciar operativos en el Aeropuerto Internacional de Cancún con la finalidad de retirar el transporte pirata.
Sergio González Rubiera, presidente de Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur), señaló que los transportistas ilegales generan preocupación por la falta de garantía en seguridad para los viajeros y afecta la imagen del destino, ya que todo se puede evidenciar en los videos que se comparten en redes sociales, es por ello que desde hace muchos años han solicitado la intervención de las autoridades federales, antes la Policía Federal, ahora Guardia Nacional para que controlen el problema del transporte ilegal y la violencia que han generado en los últimos años, producto del pirataje de pasajeros.
Recordó que desde hace muchos años él ha enviado una cartas a diferentes instancias como la Secretaría de Turismo, Grupo Aeroportuario del Sureste, Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y al mismo Presidente de México, pero nunca había obtenido respuesta, hasta ahora que se realizó esta reunión entre la Canapat y la Guardia Nacional, por lo que, incluso, considera es una buena oportunidad, para que la gobernadora de Quintana Roo, María Elena Lezama Espinoza, exponga la problemática ante presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, Asur, empresa concesionaria de la terminal aérea, reconoce la existencia de transporte pirata, pero se lavan las manos diciendo que erradicarla es responsabilidad de las autoridades federales.
Explicó que los transportistas que están dentro del aeropuerto son legales porque son concesiones que hay ahí, como las arrendadoras de autos, los taxis oficiales o transporte de agencias de viajes y tiempos compartidos; pero es afuera de las terminales donde los piratas pelean al pasaje.
González Rubiera, agregó que no quitará el dedo del renglón en este tema y estará pendiente de que se apliquen los operativos, y que no solo se quede en un diálogo o en promesas.