CANCÚN, Q. Roo.- Las manifestaciones que se han registrado en el país y en Cancún no sólo son contra el “gasolinazo”, sino contra situaciones que se arrastran al menos de nueve años atrás que han ocasionado deudas en las familias y hoy buscan la manera de expresarlo.
Sin embargo, los actos vandálicos son el producto de grupos organizados para desestabilizar estas manifestaciones contra la situación económica del país, aunque hay quien señala que estos grupos son los jóvenes que buscan llamar la atención y son jóvenes producto del abandono de las familias que trabajan.
Para el secretario ejecutivo del Comité Municipal de Benito Juárez y la Red de Organizaciones Mexicanas Independientes, Gustavo Caballero, estos actos de vandalismo en todo el país son “orquestados” por intereses de terceros o por conveniencia de gente, “porque no es válido que por el tema de la gasolina se saquee una tienda”.
Porque no existe justificante en actuar contra el patrimonio de particulares, tomando en cuenta que el aumento de la gasolina es un acto del gobierno y no de un dueño de una gasolinera.
“Si las manifestaciones se quieren hacer deben estar enfocadas hacia el origen del problema, por lo que no se justifica ante nada los actos de robo”, indicó Gustavo Caballero.
De hecho, señaló que es válido el enojo en cuanto a la manifestación pacífica y de resistencia ciudadana, así como exigir una explicación ciudadana, pero para eso se tendrían otras alternativas.
Opinión psicológica
El maestro en psicología organizacional, Larry Pérez, explicó que la sociedad mexicana trae una afectación económica desde el 2008, cuando se tuvo un problema con Estados Unidos, a lo que se le suma el problema de la influenza que debilitó la economía y “disparó” precios, creándose problemas sociales.
Después de todo esto, no se ha tenido una recuperación, aunque se han creado empleos y programas de asistencia social, pero que no satisfacen a la economía y a las familias de los mexicanos.
Ahora se tiene a un individuo afectado con cargas de elevación de costos y con deudas, que además se tiene que enfrentar a una cascada de incremento de precios en los productos básicos como el pan, tortillas, gasolina y hasta el transporte.
Esto afecta a nivel individual, luego en lo familiar y posteriormente en lo colectivo, “y eso se ve ahora que hay preocupación en las familias de que habrá un incremento en sus gastos y no en sus ingresos”, por lo que se manifiestan de manera pacífica ante su desesperación.
Pero los jóvenes o las personas que se han dedicado al vandalismo son el reflejo de un descuido familiar, son los jóvenes que crecieron solos y buscan una forma de distraerse. (Susana Pérez / QUINTANA ROO HOY)