Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo.
La reactivación económica del centro de Cancún sigue sin poder consolidarse pese a los millones de pesos invertidos por las últimas administraciones municipales. Siguen sin existir los incentivos para captar nueva inversión que diversifique los negocios del primer cuadro, además de que se carece estacionamientos y las rentas de locales son muy elevadas, reconoce Manuel García Jurado, restaurantero y miembro del comité de reactivación del centro de Cancún.
“No se ha logrado la reactivación”, sentencia categórico el empresario, dueño de la cadena restaurantera La Parrilla, y quien ha sido uno de los principales impulsores de la reactivación del centro a través de la presentación de proyectos que ayuden a ese fin.
Luego de los trabajos de remodelación de la avenida Tulum, en los que se invirtieron más de 75 millones de pesos durante la actual administración y que se prolongaron durante más de un año, el empresario asegura que faltan muchos asuntos pendientes, pues no hay estacionamiento, lo cual hace muy difícil visitar el centro tanto para realizar trámites en oficinas de gobierno como para acudir por diversión.
Tampoco se ha dado la reforestación de la avenida Tulum, en la cual se talaron varias decenas de árboles para la remodelación de las aceras con la promesa de reforestarla una vez que estuvieran concluidos los trabajos, sin embargo, esto tampoco se ha logrado. “Caminar esa avenida con el clima de Cancún y sin ninguna sombra que te dé refugio es un suplicio”, asegura el empresario.
Los estudios realizados por el Comité de Reactivación del Centro revelan que entre el año 2000 y 2010, la zona centro de Cancún generaba 6 mil 500 empleos directos y albergaba unos 12 mil establecimientos comerciales de diversos giros.
Entre 2010 y 2015 cerraron más del 50% de los establecimientos comerciales, mientras que otros tantos apenas sobreviven con la actividad que genera la población local.
De los un mil 200 establecimientos comerciales de todo tipo que existían en 2008 en las cuatro Súpermanzanas que componen el primer cuadro de Cancún, a la fecha por lo menos 400 de ellos han cerrado sus puertas, aunado a la gran cantidad de casas abandonadas.
Los cambios al Plan de Desarrollo Urbano 2014-2030 que se aprobaron para revitalizar el centro de la ciudad con cambios en las vocaciones del suelo, permitiendo la construcción de nuevos giros comerciales no han tenido el efecto que se esperaba, reconoce el empresario.
La mayoría de negocios de la avenida Tulum son farmacias y casas de empeño, asegura el entrevistado. A pesar de los esfuerzos por modificar la infraestructura urbana, sigue faltando un incentivo cultural que vuelva a atraer el turismo, genere más movimiento comercial e incentive la inversión en nuevos giros comerciales, explicó.
El ayuntamiento de Benito Juárez anunció ayer la puesta en marcha del corredor cultural de la avenida Tulum, que se realizaría una vez al mes.