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El 17.89% de los empleados de ramo turístico consume drogas

Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo

Los problemas en el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales en la clase trabajadora no sólo afectan el entorno familiar, sino que es una de las principales causas de la baja productividad en la Población Económicamente Activa (PEA), al grado que 25% de ese segmento sufre algún tipo de adicción.

En el caso de Quintana Roo, ocupa los primeros lugares a nivel nacional en el consumo de drogas, según datos de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENNA).

Aun cuando ha descendido las edades de inicio del uso de estupefacientes, hay un alto índice de consumidores en edad productiva, de hecho, de cada 10 despidos que se dan en el ámbito laboral, cuatro tienen que ver con el consumo de drogas.

Liliana Negrete Estrella, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ), refirió que la clase trabajadora, sobre todo aquellos relacionados de manera directa con la industria turística, son proclives a sufrir algún tipo de adicción y pone en riesgo su productividad laboral.

Mencionó que de los casos que atiende el CIJ, 17.89% son trabajadores del ramo turístico, de ellos, 86% son adictos al tabaco; 84.42%, al alcohol; y 82.37%, a drogas ilegales como la marihuana, cocaína y crack.

“La clase trabajadora está presentando problemas de salud, ansiedad, estrés y violencia, todo ello relacionados con los abusos de sustancias tóxicas, lo cual finalmente se refleja en la productividad”, dijo Negrete Estrella.

Comentó que las edades de consumo en la Población Económicamente Activa oscilan entre los 20 y 35 años, siendo los hombres el sector más vulnerable; sin embargo, en los últimos cinco años la adicción en las mujeres va al alza.

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Consideró que las adicciones más allá de ser un tema de salud pública, es una condición que tiene un impacto negativo en las empresas, pues se marca en la productividad de los trabajadores que presentan la problemática.

Ante ello, Enoel Pérez Cortez, delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), señaló que el consumo de alcohol y drogas en la clase trabajadora, es un tema que le preocupa al sector patronal, ya que genera baja productividad y es una causa muy común de despido.

Explicó que el abuso de sustancias tóxicas es un detonante negativo para las compañías, ya que provoca ausentismo, conflictividad interna y accidentes laborales, de ahí la necesidad de impulsar políticas preventivas y de ayuda para ir combatiendo el consumo de alcohol, tabaco, marihuana y cocaína.

“Para la autoridad laboral es importante establecer acciones encaminadas a brindar atención a los trabajadores que sufren algún tipo de adicción, y estamos involucrando a los empleadores, así como a los sindicatos a fin de crear conciencia de los riesgos que implican las drogas”, indicó.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de sustancias tóxicas no sólo va en detrimento  de la salud de los trabajadores, sino que laboralmente afecta la productividad, la calidad y la competitividad empresarial, además aumenta los percances, así como los gastos sociales y sanitarios.

Las estadísticas refieren que el costo que representa un empleado con problemas de abuso de alcohol o drogas puede ser devastador para la empresa, porque éste será, tarde o temprano, un empleado cuyo desempeño empeorará.

Incluso, en los reportes relacionados con los accidentes laborales se señala que el 70% es causado por personas que hicieron uso de drogas o alcohol.

Al respecto, Eloy Peniche Ruiz, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, (Coparmex), indicó que el problema de las adicciones en la PEA se ha convertido en tema de agenda para las empresas, toda vez que contar con un recurso humano sano permite tener una mayor productividad.

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Comentó que han establecido acciones con la STyPS para concienciar a los trabajadores, e incluso, son el vínculo con dependencias del sector salud y social a efecto de que aquellos que presentan adicciones puedan recibir ayuda.

Por su parte, el psicólogo Jorge Jaimes Leyva dijo que actualmente las exigencias del mercado laboral, las expectativas financieras, el ritmo de vida y el nuevo contexto familiar, pueden abrir caminos para el consumo de alcohol y drogas como una manera de evadir la realidad.

“En el tema de uso de las sustancias tóxicas, el  trabajo no podía permanecer ajeno a esta dinámica, este problema no queda por fuera de la empresas, sino que las traspasa, impregnando con sus peculiaridades en la vida cotidiana de la misma”, explicó.

Añadió que el consumo de drogas y alcohol en las empresas, independientemente del giro y nivel que se trate, podría estar asociado a situaciones de alto estrés y difícil manejo para los colaboradores, como el incremento en las horas de trabajo y la presión por cumplir más metas en menor tiempo posible.

Martiniano Maldonado Fierros, secretario de Trabajo de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), señaló que al menos 15% de los trabajadores aglutinados a ese gremio tiene problemas con el alcohol y otro tipo de drogas ilegales.

Afirmó que esto, además de impactar en la vida familiar de los trabajadores, se refleja en su vida laboral, ya que suelen faltar, e incluso, presentarse en estado inconveniente a los centros de trabajo.

Aseguró que ante ello, la CROC impulsa acciones para prevenir el consumo de sustancias tóxicas entre los trabajadores, y con el apoyo del Centro de Integración Juvenil, los ayudan para que puedan recibir atención y logren superar sus problemas de adicciones.

Comentó que lamentablemente en Cancún hay un índice muy alto de consumo de drogas y alcohol por la misma actividad turística.

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Publicado por
Redacción Quintana Roo