Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
El efecto positivo para el turismo por el encarecimiento del dólar es pasajero y terminará diluyéndose. A la larga el turismo nacional y el sudamericano podría resentir los efectos de la dolarización de las tarifas hoteleras y afectar el volumen de turismo que visite el Caribe mexicano, según revela un diagnóstico elaborado por la firma Marketing Consultants (MKT).
El documento llamado “Inestabilidad del dólar y el turismo en México” reconoce que el discurso oficial y comúnmente aceptado es que el turismo en México es beneficiado por la depreciación del peso, ya que los turistas internacionales que vienen de países con divisas fuertes –como del dólar, dólar canadiense, euro y libra esterlina– pueden obtener más pesos por sus monedas y así gastar más en productos y servicios que en los destinos turísticos se venden en pesos.
“En resumen, igual que ocurre con las exportaciones, la teoría es que la depreciación de nuestra moneda nos vuelve más competitivos hacia los mercados internacionales”, expone.
Ese discurso es el que tanto los hoteleros como autoridades estatales de turismo han utilizado para disipar rumores sobre una afectación a la actividad turística por el encarecimiento de la divisa verde. El dirigente de los hoteleros, Carlos Gosselin Maurel, ha dicho que se trata de una coyuntura favorable, pues el Caribe mexicano se vuelve más barato para los estadounidenses, principal mercado de Cancún y Riviera Maya.
El dirigente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, James Tobin Cunningham, dijo a Quintana Roo HOY que incluso se anticipa una oleada de compradores norteamericanos, a los cuales la adquisición de una propiedad vacacional les resulta sumamente atractiva con el valor actual de su moneda.
MKT hace algunas precisiones sobre este respecto: “Lo primero a considerar es que la moneda mexicana no es la única que se deprecia, lo han hecho muchas otras del mundo y en mayor proporción que la mexicana, así que playas como las brasileñas se habrían vuelto más competitivas que las nuestras, por ejemplo”.
Con la dolarización, ganan los hoteleros y prestadores de servicios turísticos, pero pierden los comercios que basan su actividad en la venta de bienes de importación.
Las ventajas que genera la depreciación del peso frente al dólar son absorbidas en muy poco tiempo por destinos como Cancún y la Riviera Maya, por lo cual su efecto es pequeño y pasajero, prácticamente inapreciable”, revela el documento.