Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo.
El cambio climático, las actividades turísticas desmedidas y las descargas de aguas residuales están impactando de forma severa a los arrecifes del Caribe Mexicano y se prevé que de no tomar medidas de protección en los próximos diez años pasarán a una fase crítica, situación que pone en alerta, ya que estos bancos coralinos pertenecen a los ecosistemas más variados del planeta
Estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de Mérida, así como del informe “Arrecifes Coralinos del Caribe”, refieren que los bancos coralinos han disminuido hasta en un 50%, de ahí la importancia de establecer medidas que impidan su degradación, de lo contrario muchos de ellos dejarán de existir.
Al respecto el director de la Asociación Civil Amigos de Sian Ka´an , Gonzalo Merendiz Alonzo, dijo que el deterioro de los arrecifes es preocupante; sin embargo, aclaró que no es una situación privativa de las costas de Quintana Roo, sino un problema a nivel mundial, debido a las altas temperaturas que se registran en los océanos, por ello consideró importante que se lleven a cabo los acuerdos signados entre las naciones para reducir la emisiones que provocan el efecto invernadero.
Comentó que, en lo que respecta a los bancos coralinos del Caribe Mexicano, sí bien el impacto del calentamiento global es un factor muy importante para su degradación, el tema de las descargas de aguas residuales ante la falta de drenaje es neurálgico, dado que el hecho de que no tengan ningún tratamiento van abultadas de nutrientes que son aprovechadas por las algas, las cuales han proliferado.
En cuanto a las aguas tratadas, dijo que aun cuando se reconoce el esfuerzo para depurar el líquido a través de las plantas tratadoras, los esquemas deben ser modificados, pues aunque elimina ciertas sustancias no se reduce el contenido de fosfato derivado de los detergentes, que son una de las principales causas de la contaminación de la vida acuática seguido de los agroquímicos.
“Los fosfatos que se añade a los detergentes para contrarrestar la dureza del agua es tal que cuando llega a los lagos y ríos contribuyen a la proliferación de algas que enferman a los arrecifes, ya que los privan del oxígeno en el agua”.
Asimismo, los huracanes es otro factor que ha dañado los bancos coralinos de Quintana Roo, pues al ser una zona proclive a los fenómenos climáticos los arrecifes están expuestos al impacto que generan a su paso, en algunos casos han sido muy severos.
“El oleaje provocado por los huracanes puede dañar la biota que conforman los arrecifes y la gravedad del efecto despenderá de que tan frecuentes y tan poderosos sean estos fenómenos y las costas de Caribe Mexicano han sido impactadas en varias ocasiones”.
Añadió que, también la pesca excesiva contribuye a la degradación de los arrecifes, en razón de que se extraen especies que se alimentan de las algas, la cuales atentan contra los arrecifes; es decir, al haber una proliferación de flora nociva y se disminuyen las colonias de criaturas marinas que se alimentan de ella, entonces se les deja expuesto a estos organismo que los van matando.
Merendiz Alonzo, argumentó que aunado a ello las actividades turísticas desmedidas también van impactado a los arrecifes, pues es común que los vacacionistas que realizan buceo o snorkel, no respeten la distancia que debe de existir con los corales, algunos pasan sobre ellos, otros cortan pequeñas piezas para llevarlos de recuerdos y también hay quienes por accidente los deterioran.
En sí, los arrecifes están expuestos a un sin número de factores que los degradan, en virtud de que les producen enfermedades como las bandas amarillas o blancas, que van cambiando las proporción que hay entre las especies que construyen los arrecifes, una de ellas incluso formadas miles de años, por ello la urgencia de establecer acciones integrales que vayan mitigando el impacto de estos bancos coralinos.