Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo
En Quintana Roo existen 11 Áreas Naturales Protegidas y se tiene planeado crear una más bajo el proyecto Reserva de la Biósfera del Caribe, que es considerada la más grande del país, la cual abarcará unos 5’662,959.1 hectáreas, y no obstante al beneficio que implica para el cuidado del medio ambiente, representará un desafío para la vigilancia, monitoreo y evaluación ante los recortes presupuestales que vienen arrastrando las dependencias del ramo.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en este año la Federación redujo 10 mil 500 millones de pesos a su presupuesto, el cual comparten con la Comisión Nacional del Agua (CNA) y organismos desconcentrados relacionados al cuidado del medio ambiente, por lo tanto ha tenido que realizar ajustes e incluso llevaron a cabo un recorte de personal para poder enfrentar la austeridad.
La mutilación al presupuesto para el sector, según los ambientalistas, refleja que los temas ecológicos para el Gobierno Federal pasan a segundo plano y no se consideran una prioridad a pesar de que la actividad productiva del país, sobre todo que la industria turística depende de conservar en buen estado la naturaleza.
Ante esta problemática que enfrentan las dependencias ambientales por la falta de recursos, se creará la Reserva de la Biósfera del Caribe Mexicano, que a decir de los propios funcionarios del ramo, no sólo aumentará el trabajo de vigilancia y protección, además se requiere impulsar trabajos de investigación para su cuidado, por ello enfrentarán una lucha para que el Gobierno Federal regrese los recursos generados por las actividades turísticas en zonas como el Parque Nacional Costa Occidental Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, que al año genera una derrama promedio de 40 millones de dólares, de los cuales no hay un sólo peso para el estado.
Bajo esas condiciones, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), tendrá que hacerle frente a este nuevo proyecto que incluye la parte costera y marina de los municipios de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres y Benito Juárez, enfrentando severas restricciones presupuestales, de hecho, el recorte al presupuesto para el sector ambiental fue del 15%, situación que podría considerarse como moderado, sin embargo, si se toma en cuenta que más del 30% de los recursos se aplican en nómina y gastos operativos, entonces se disminuye la liquidez, y máxime si abarca un concentrado de dependencias y organismos descentralizados.
Además, al contraerse el presupuesto se dejan temas ecológicos, entre ellos el forestal, aguas limpias, saneamiento de zonas rurales y proyectos de investigación, con lo cual se comprueba que la política ambiental de la actual administración federal no corresponde al discurso, en donde se habla de la defensa del medio ambiente, no sólo en el país sino también en el exterior.
Asimismo, se estima que debido al recorte se vieron afectados varios programas y se inició una restructuración para optimizar los recursos y hasta del personal, modificando la forma en cómo operan las dependencias del ramo ambiental, es decir, deben hacer más con menos.
Un ejemplo de ello es que se eliminaron 13 de los 20 programas de subsidios relacionados a la protección de especie endémicas y en peligro de extinción, de modo que todos las acciones para el cuidados del medio ambiente tendrán que adecuarse a la limitante de los recursos, y en el caso de Quintana Roo, una de las entidades con más áreas naturales protegidas, está haciendo lo propio para poder realizar la vigilancia, la protección y financiar programas de investigación relacionadas con la conservación de los ecosistemas.
El director regional Península de Yucatán y Caribe Mexicano, de la Conanp, Francisco Gómez Lozano, admitió que la falta de recursos por la reducción del presupuesto derivado de los problemas económicos que enfrenta el país, ha complicado las tareas de atención, vigilancia y defensa de las reservas naturales, tan es así que han tenido que reestructurar la forma en que venían operando.
Explicó que los recortes afectaron al sector ambiental y esto lógicamente se complicará ante el nuevo proyecto de conformar la Reserva de la Biósfera, en virtud de que esta nueva área abarca una extensa zona de la parte costera y marina de los municipios de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres y Benito Juárez, de tal suerte que se tendrá que hacer más con menos y más aún cundo una vez aprobado, tengan que crear el Programa de Manejo (PM), instrumento rector del área natural, el cual requiere trabajo de investigación y eso implica un presupuesto específico.
Bajo esa circunstancia, la Conanp está planteado una nueva forma de innovación de recursos, pues es la principal limitante, de tal modo que se está evaluando el hecho de que las reservas ecológicas se creaban sin financiamiento, un principal obstáculo para su conservación, de ahí que ahora se pretende cambiar este esquema, en donde se involucren a todas las instancias y dependencias relacionadas con la conservación a efecto de lograr que el dinero generado por el uso de estas zona de conservación regresen, pues la mayoría se queda en la federación.
Además, también se contempla un innovador plan de cobro de derechos a fin de que los recursos que generan las áreas protegidas tengan un mayor control y fiscalización, pero sobre todo se apliquen a su conservación. Se trata de que si una reserva tiene una vocación turística o de investigación, esos recursos generados permanezcan, pues la administración central aplica sólo un mínimo porcentaje, o de plano, hay zonas que no son contempladas en el presupuesto general, limitado las acciones operativas.