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Defensa de Tajamar, contra las cuerdas

Cancún, Q. ROO.- Ambientalistas que se oponen a Malecón Tajamar reconocen que se han sobreseído 12 amparos interpuestos contra la reanudación de obras.

Señalan también que la estrategia legal del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) está convenciendo a los jueces de que el desmonte de manglar fue legal, por lo que estaría imponiéndose el criterio de la legalidad para la reanudación de todo el complejo.

Isabel González Glennie hizo recientes declaraciones durante su ponencia en la Universidad La Salle por motivo de la Semana de Derecho, en donde dio a conocer que recibieron la sentencia del juzgado 4º de distrito con sede en Cancún revocando el amparo promovido por 113 niños. 

El criterio del juez para desechar ese amparo se basó en la falta de interés legítimo para la interposición del recurso, al pretender controvertirse o detener una supuesta devastación que en los hechos está consumada, incluso desde antes del 16 de enero pasado, cuando entraron las máquinas y los trascavos a Malecón Tajamar. 

Es decir, los ambientalistas carecen de argumentos legales para oponerse al proyecto, porque la zona ambiental respecto de la cual alegan devastación ya estaba impactada, sin posibilidad de recuperación al tratarse Malecón Tajamar de una zona urbana que ha quedado en medio de todo el desarrollo inmobiliario y comercial de la ciudad. 

Aún más, el resolutivo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) del 8 de junio pasado, estableció que después de una detallada investigación en campo y de gabinete, y una vez valorados todos los medios probatorios ofrecidos por ciudadanos denunciantes, así como el citado organismo, se determinó que el referido desmonte (de manglar) contó con una autorización expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 

Profepa informó puntualmente que cotejó exhaustivamente los 16 términos y tres condicionantes señalados en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) –autorizada desde 2005-, así como las 65 medidas de prevención y mitigación establecidas en la MIA en su modalidad Particular, “cuyo cumplimiento fue acreditado por Fonatur”. 

Estos hechos contundentes han echado por tierra la supuesta defensa de un medio ambiente sano, porque el impacto de las 52 hectáreas que conforman Malecón Tajamar, antes llamado Malecón Cancún, comenzó desde 2005, por lo cual se trata de un hecho consumado que no puede revertirse, y para el cual se contó con los permisos necesarios. 

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Caen por su propio peso otros 11 amparos

Ese mismo criterio de los jueces, dejando claro que no existe materia legal para acreditar la defensa de un medio ambiente sano, tratándose de terrenos impactados desde hace más de una década, se ha repetido en otros 11 recursos de amparo interpuestos por la asociación La Tierra Nuestra Casa. 

Carlos Gamboa, representante legal de la agrupación antes mencionada, dijo que de los 16 amparos promovidos por esta asociación, 5 se mantienen en pie, mientras que los 11 restantes amparos fueron sobreseídos.

El litigante reconoció también que los jueces están desechando los amparos porque no ha podido acreditarse interés legítimo para la defensa de un medio ambiente sano, pues Malecón Tajamar pasó a formar parte del crecimiento urbano de Cancún desde 2005, en que empezaron las obras de urbanización de todo el complejo.

Datos coincidentes

Los datos dados a conocer por los propios abogados de la causa ambientalista coinciden con la información presentada por Fonatur hace tres semanas, asegurando que la dependencia ha ganado resoluciones a su favor en 10 de los 15 amparos que se interpusieron en contra de la reanudación de obras en Malecón Tajamar, aunque ello no significa que el proyecto esté próximo a reanudarse, informó Franco Carreño, director de Desarrollo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo.

Durante su visita a Cancún para la puesta en marcha de la rehabilitación de Playa Langosta en el kilómetro 5, del bulevar Kukulcán, el funcionario dijo que aún falta que las resoluciones a favor de Fonatur se diriman en segundas instancias, por lo que de momento no se puede asegurar que el caso esté resuelto en definitiva a favor de ellos.

Guerra de poder

Aparentemente buscan un bien común, lo cierto es que lo que en un inicio comenzó como un movimiento unificado a favor de la defensa del mangle en Tajamar, hoy está dividido en tres asociaciones que se encuentran peleadas entre sí a muerte, y las guardias permanentes están casi abandonadas: Guardianes del Tajamar, Salvemos Malecón Tajamar y La Tierra Nuestra Casa.

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Cada uno tiene un expediente diferente ante las autoridades ambientales, ninguno está integrado al otro y cada quien lo ve por separado. Cada uno afirma ser mejor que el otro, ninguno coincide, y la defensa del malecón se convirtió en una “hoguera” de vanidades.

Katerine Ender Córdova, de la Asociación Salvemos Tajamar, tuvo que retirar  su vehículo tipo Sedán del Malecón debido a que únicamente podía quedarse por horas en el sitio, y la misma unidad estaba siendo víctima de vandalismo, cada día aparecía con menos piezas, y ahora la zona está vacía, ya que la ambientalista llega por períodos muy cortos de tiempo.

Las demás entradas al Malecón, las cuales estaban siendo vigiladas por el grupo de Carlos Gamboa, la cual se autodenomina La Tierra Nuestra Casa, lucen completamente vacías.

Los letreros caídos y desaparecidos demuestran poco interés y demasiada apatía por los integrantes del mismo.

Hace un par de semanas los organizadores convocaron una reunión para el sábado por la mañana, primero a las 9 y luego a las 10, con la finalidad de tomar detalles en cuanto al tema de la COP13, a la cual no se registraron. Sólo una persona llegó a la reunión.

Este grupo acusa a Ender Córdova y a la gente de su grupo, entre los que se encuentran Aracely Domínguez, de Grupo Gema; y Sara Rincón, de la Sociedad Protectora de Animales, de supuestamente de tener intereses políticos. (Rocío Villalobos / QUINTANA ROO HOY)

Publicado por
Redacción Quintana Roo