CANCÚN, Q. ROO.- Los disparos que impactaron una palapa de la colonia irregular La Jungla, en la Región 200, donde un niño de 11 años resultó lesionado, fueron dirigidos contra un joven, de 18 años, quien no vive en ese domicilio y estaba en el exterior del predio, consumiendo bebidas embriagantes con otros sujetos.

Las investigaciones establecieron que la familia que habita la endeble vivienda no está relacionada con actividades ilícitas, pues en un principio trascendió que el lugar era utilizado como un centro de venta de drogas.

En este caso, varios malvivientes acostumbran reunirse en la entrada de ese predio, porque tienen amistad con otro joven, quien vive en el domicilio con sus padres y su hermano menor, de 11 años.

De esta manera, versiones extraoficiales señalaron que los jóvenes que estaban frente a la palapa, tuvieron problemas con sicarios, quienes les dispararon la madrugada del lunes y varios proyectiles atravesaron las paredes de madera.

Ante esto, el niño de 11 años, quien estaba durmiendo con sus padres, recibió un disparo en la espalda y el proyectil quedó alojado en el área del cuello. Su estado de salud fue reportado como estable en el Hospital General.

En tanto, el joven, de 18 años, continúa internado en la clínica de especialidades del Seguro Social, donde se encuentra delicado, pero estable. (Antonio Alcocer / QUINTANA ROO HOY)