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Con licencia para matar, ante creciente ola delictiva

Jesús Vázquez / Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo

El incremento del índice delictivo en la ciudad, así como la insuficiente respuesta por parte de las corporaciones policiacas está orillando a cada vez más centros comerciales a la contratación de compañías de seguridad con permiso de portación de armas. Se trata de una solución que no es del agrado de cámaras empresariales por los riesgos que supone para los visitantes de estos lugares.

Isaac Reza, dirigente de la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) de Quintana Roo, quien también es propietario de una empresa de seguridad privada, dijo que esta tendencia es nueva en Cancún, pues no tiene más allá de algunos meses que se ha comenzado a ver personal armado en tiendas como Sam’s, Liverpool o Chapur, pero en una situación de riesgo no parece ser la mejor alternativa por el elevado número de gente que concurre a esos sitios y que se pudiera ver involucrado en situaciones de fuego cruzado u otras eventualidades de altísimo riesgo.

Dijo que las empresas que ofrecen estos servicios deben contar con los correspondientes permisos tramitados ante la Secretaría de la Defensa, previa capacitación del personal y exámenes psicológicos, sin embargo dijo desconocer si a nivel estatal existe un control del número de empresas y elementos armados que están comenzando a operar.

Eduardo Galaviz Ibarra, dirigente de la Asociación de Plazas Comerciales de Quintana Roo, dijo por su parte que tampoco a él le parece que elementos armados sea la mejor de las soluciones para la prevención del delito en los centros comerciales de la ciudad.

Reconoció que eventos recientes como el asalto en Plaza Las Américas podría ser una justificación de las plazas comerciales para contratar personal armado, sin embargo se han hecho análisis sobre el delito en plazas comerciales que evidencian vulnerabilidades que nada tienen que ver con medidas reactivas como la contratación de agentes armados, sino con medidas preventivas que podrían ser de mucho mayor ayuda.

Aseguró que pese a los acontecimientos de la semana pasada, no se tiene registro de un alto índice delictivo al interior de las plazas, sin embargo es evidente que los propietarios de centros comerciales y tiendas departamentales están evaluando los riesgos y “parece que han decidido armarse como medida de prevención”.

Si de por sí la seguridad ya representaba uno de los costos más significativos en la operación de un centro comercial, el despliegue de elementos armados eleva aún más ese costo, que puede llegar a ser de hasta 30% respecto del monto total de gastos relacionados con la operación de un mall o una tienda departamental, dijo Galaviz Ibarra.

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La situación está siendo analizada al interior de la APC y podrían hacer un pronunciamiento sobre este respecto, solicitando a los propietarios considerar otro tipo de medidas preventivas antes que optar por elementos armados que suponen un riesgo para los miles de visitantes que concurren a plazas diariamente, explicó.

Prevención inexistente

En 2014 la Secretaría de Seguridad Pública de Benito Juárez realizó un análisis denominado Estudio de Prevención Situacional del Delito en Plaza Comerciales, el cual arrojó diversas situaciones que hacían vulnerables a estos recintos ante la delincuencia.

Uno de esas vulnerabilidades es la inexistencia de filtros que permitan identificar al personal externo que ingresa diariamente a las plazas, principalmente los proveedores o personal de mantenimiento, que tiene acceso a zonas relacionadas con la operatividad y funcionamiento interno del recinto.

También se sugería que las plazas registraran a su personal de vigilancia ante la Secretaría de Seguridad Pública estatal, para tener un control de los elementos y descartar que alguno pudiera tener antecedentes penales o vínculos con la delincuencia organizada.

Los sistemas de circuito cerrado con que cuentan prácticamente todas las plazas no tienen conexión con el C4 de la Policía municipal, por lo que esto aumenta el tiempo de reacción de las corporaciones policiacas al momento de atender una situación de emergencia.

En ninguna parte del extenso estudio se menciona la opción de elementos armados como solución a la situación de inseguridad; se les solicitaba en cambio que atendieran cada una de estas situaciones de riesgo para sus empresas. Al parecer ninguna de las medidas preventivas ha sido atendida, pero en cambio han optado por una medida respecto de la cual no está probada su eficacia, eleva los costos que cada empresa paga por seguridad, pero sobre todo pone en riesgo a los clientes de las plazas comerciales, según han coincidido empresarios locales.

Publicado por
Redacción Quintana Roo