Redacción
CANCÚN, Q. Roo
Rafael Muñoz Berzunza, secretario de Ecología y Medio Ambiente en Quintana Roo, informó en un comunicado que ya están protegidos 410 nidos de tortuga caguama (Caretta caretta) y 42 de tortuga blanca (Chelonia mydas) en las bahías del área natural protegida X’cacel-X’caelito.
A poco más de un mes del inicio de la temporada de arribazón de tortuga marina a las costas del estado, expuso que el reporte que se tiene es hasta la noche del 30 de junio.
El 27 de abril pasado arribó la primera tortuga marina a esta zona y en la temporada 2016 se espera la llegada de cuatro mil quelonios a este sitio.
Indicó que el manejo que se ha dado a estas especies está dirigido principalmente a proteger el huevo reubicándolo a corrales, para reclutar el mayor número de crías sanas.
También se realiza la protección in situ con el objetivo de aumentar el porcentaje de eclosión de quelonios aptos para sobrevivir en el medio oceánico, de esta manera se logra un incremento en el porcentaje de nidadas protegidas. Señaló que cada año hay más conciencia en la protección de la especie.
Muñoz Berzunza recordó que es ilegal vender tortugas, sus huevos o cualquier otro producto extraído de esta especie.
En este esfuerzo de conservación en X’cacel-X’caelito se cuenta con el apoyo de la agrupación Flora, Fauna y Cultura de México, y en la temporada 2015 se obtuvo una anidación récord de cinco mil 109 nidos, logro que se obtiene gracias al trabajo conjunto.
Recordó que entre las medidas internacionales más importantes están “La convención interamericana para la protección y conservación de las tortugas marinas” y la “Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres”, en cuya lista de especies amenazadas se encuentran seis de las siete que existen en todo el mundo.
Refirió que estas especies tienen un papel importante en los ecosistemas, transportan muchos nutrientes vitales desde las zonas más productivas en el mar hacia las playas; los nutrientes (la energía) de los huevos ayudan a mantener muchos de los animales y plantas que habitan cerca de las playas de desove.