Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo.
El obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, arremetió contra los ambientalistas que se manifiestan contra el millonario proyecto Malecón Cancún-Tajamar, en donde se incluye también la construcción de la Basílica, cuyos trabajos se encuentran parados por la controversia ambiental, al considerar que es un mito la defensa de la zona, pues su desarrollo comenzó hace diez años.
Entrevistado tras oficiar la homilía dominical en el marco de la fiesta de la epifanía, que nos recuerda la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús para adorarlo, dijo que espera que este año se resuelva el asunto del amparo que pesa sobre el desarrollo, de lo contrario el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), estaría en un grave problema por haber vendido los predios sin otorgar los permisos correspondientes.
“No sé, como le va hacer Fonatur para responderle a los empresarios que invirtieron ahí, pues de no resolverse la autoridad a favor del proyecto, tendrá que devolver todo el dinero y eso será la quiebra de Fonatur”.
En ese sentido, indicó que en el caso de la Basílica, la prelatura Cancún-Chetumal, ya realizó todo los trámites que exige la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por lo que están en la espera que les autoricen el traslado de las especies protegidas a un invernadero y el proyecto de conservación.
“Nosotros estamos en regla, no tenemos ningún problema, el problema lo han generado los ambientalista, quienes se levantaron en armas mediante amparo, el cual fue aceptado y paró el proyecto, pero ahora el problema es para Fonatur y tienen que resolverlo”.
Mencionó que, eso es lo que no entienden los ambientalistas que están parando el desarrollo, la inversión y fuentes de empleo, porque están casados con el mito de naturaleza salvaje, aquella que no se cuida, que no se cultiva, que no se proyecta.
Asimismo, aseguró que la iglesia no está en contra de los ambientalista, de hecho se calificó como el más verde de los obispos, pero eso no significa que se deba parar un proyecto que cumple con toda las normas y leyes de la Semarnat, máxime sí se trata de una zona que tiene más de diez años en desarrollo.