Rocío Villalobos
CANCÚN, Q. Roo

La presencia de perros en zonas poco higiénicas en las zonas cercanas al mar, provoca la proliferación de un gusano conocido como larva migrans o ncylostoma caninum, la cual puede ser dañina para el ser humano.

En Quintana Roo la enfermedad es bastante común, principalmente en zonas de turismo “Pet Friendly”, como son Mahahual, Puerto Morelos, Holbox y partes de Isla Mujeres, cuya presencia de los perros no está regulada.

“Se trata de un parásito que reside en el interior de los perros, y el cual es expulsado a través de la orina y las heces fecales, permanece vivo e imperceptible a los ojos humanos entre la área afectada”, reveló Alejandro Montiel, director de Salud de Holbox.

La larva se introduce en la piel del ser humano, se cuela debajo de la dermis y se alimenta principalmente de la piel subcutánea, provocando comezón e irritación.

“El parásito sólo se alimenta de la zona que da pigmentación en la piel y no llega a los órganos internos, su tiempo de vida es de semanas y las molestias ocasionadas son muchas veces insoportables” comentó el galeno.

Los hospitales y clínicas del estado están preparados para atender los síntomas en la piel ocasionados por parásito, con medicinas que se encuentran en el sector salud.

El problema verdadero es que muchas veces la gente regresa a sus países de origen portando en su cuerpo el parásito sin saber, y cuando comienza la comezón y aparece una “serpiente” roja recorriendo debajo de la piel, puede ocasionar grandes gastos al paciente, ya que los médicos de otros países no están acostumbrados a este tipo de padecimientos.

La decisión radical en algunas playas de evitar la presencia de perros y gatos en los arenales públicos, se debe a que aunque se levante las heces, la larva se queda en la arena y su contagio con el humano es muy alto.

Señala Alejandro Montiel que en el caso de Holbox, la enfermedad es considerada como un tema local y frecuente, dado que la gente en la isla no tiene cuidado en mantener a los animales dentro de sus casas, y la presencia de perros en las playas es un espectáculo cotidiano.