Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo.
Agredidos a golpes o verbalmente por la apariencia física, tener una conducta diferente al resto del grupo e incluso por no sumarse “al relajo”, los estudiantes de secundaria son los más expuestos al acoso escolar al grado de convertirse en un tormento acudir a clases y de acuerdo a datos del Instituto para Evaluación de la Educación (INEE) Quintana Roo ocupa el sexto lugar a nivel nacional de este fenómeno que permea en las aulas escolares.
La estadística revela además que el 60% de los estudiantes de educación básica han sufrido acoso escolar y una de cada seis adolescentes que es víctima se suicida, además el último reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre el bullying refiere que los casos han aumentado en un 10% durante los últimos dos años.
En Quintana Roo, solo en el 2015 se registraron 150 casos de acoso y un suicidio derivado de este fenómeno que incluso ya rebasó los salones de clases, pues ahora los abusadores utilizan las redes sociales para exhibir a las víctimas al grado de que se convierten en el tema del día, dejando huellas psicológicas irreparables.
Al respecto la psicóloga Rubí Castro Zequeida, explicó que el bullying se extiende de una manera incontrolable en México al grado de que ocupa el primer lugar a nivel internacional, siendo la secundaria donde dónde se registra el mayor número de casos, pero más allá de las cifras, el hecho aquí, es que detrás de estas agresiones hay una marcada descomposición social que se refleja en la conducta de los menores.
Añadió que, los padres son fundamentales para erradicar conductas negativas en los hijos, de modo que deben estar atentos al comportamiento de sus hijos y no solaparlos, pues desde edades muy tempranas los niños manifiestan ciertas tendencias negativas, las cuales se deben modificar de acuerdo a la educación que recibe en casa.
Por su parte el presidente de la Asociación de Padres de Familia en Benito Juárez, Raúl Lara Quijano, dijo que el bullying es un fenómeno que registra un crecimiento exponencial que está afectando las aulas escolares y aun cuando el problema tiene su origen en casa, los maestros no deben ignorar estas manifestaciones agresivas y señalar a los tutores las conductas agresivas de los menores.
“Los hijos reflejan todo lo que ven en casa, por lo tanto los padres tiene que ser conscientes de ello; sin embargo, cuando un estudiante muestra esta conducta negativa, los docentes deben hacer el reporte pertinente y no ignorar esas señales, pues hay casos donde los profesores son permisivos y consideran normal que se den esa clases de manifestaciones”.
En cuanto a las estadísticas, comentó que es preocupante que Quintana Roo ocupe el sexto lugar a nivel nacional de agresiones, por lo que consideró que tanto los padres como los maestros deben cerrar fila para ir disminuyendo este fenómeno en las aulas escolares.
Cabe señalar que los datos del INEE coloca a la entidad por arriba de la media nacional en casos de bullying.
De hecho, la propia Comisión de los Derechos Humanos del Estados de Quintana Roo, durante los últimos dos años ha investigado una 103 casos de acoso escolar, los cuales correspondieron a los municipios de Lázaro Cárdenas y Benito Juárez.