PALOMA WONG
GRUPO CANTÓN
CHETUMAL.- La Laguna de Bacalar comienza a mostrar signos de recuperación ecológica, ya que tras la suspensión de actividades acuáticas se logró el avistamiento de cocodrilos, aves, tortugas y otras especies cerca del centro urbano, sin embargo, la tala de mangle y el cambio en las características fisiológicas del territorio ya san provocado daños permanentes.
Desde el pasado 1 de abril las actividades acuáticas, como el acudir a los balnearios y los paseos en lancha fueron suspendidos al público derivado de la pandemia del Covid-19, lo cual ha sido un gran respiro para el entorno natural del lugar.
Marco Jericó Nava Martínez, integrante del Colectivo Consejo Bioregional de Bacalar, dijo que la Laguna de Bacalar ha presentado una resilencia ecológica impactante, debido a los flujos de agua que hace que la circulación de la misma sea significante para su recuperación.
Indicó que al no haber presencia de lanchas o actividad turística en los balnearios se han empezado notar la presencia de cocodrilos, aves, tortugas y otras especies.
“La isla de las aves presentan varias especies, no habíamos visto en años esa isla repleta, digamos que hay una recuperación de la Laguna, sin embargo, algunas de las afectaciones que generan las actividades turísticas sin regulación o sin normatividad a veces puede generar daños permanentes en la Laguna”, apuntó.
Nava Martínez dijo que son más de 250 embarcaciones que recorrían la Laguna las que se vieron obligadas a parar por la pandemia del Covid-19, aunque al retomar las actividades turísticas en el Pueblo Mágico todo lo ganado se volverá a perder ante la falta de regulación, por lo cual dijo la pandemia ha brindado la oportunidad de ver el daño que se le ha hecho y con ello corregir todas las irregularidades que se vienen dado, o de lo contrario se está condenando al deterioro irreversible de este cuerpo de agua y con ello el fin de las actividades turísticas.