Manuel Baeza / GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Cancún ocupa el primer lugar a nivel nacional en casos de VIH, según señaló Juan Carlos Peñaloza, presidente de la Coalición de la Diversidad Quintana Roo, quien destacó la preocupante presencia de esta enfermedad entre menores de edad, incluyendo casos de niños desde los 12 años que ya llevan una vida sexual activa y están en tratamiento.
Esta situación pone en evidencia la necesidad urgente de abordar el tema en el contexto del regreso a clases, donde la población joven queda más expuesta.
La falta de información adecuada y de medidas preventivas agrava el panorama en la ciudad.
Un caso alarmante es el de una preparatoria en Cancún donde se detectaron 12 casos reactivos de VIH, lo que refleja la vulnerabilidad de los adolescentes ante la falta de educación sexual integral.
Juan Carlos Peñaloza subrayó que muchos menores no cuentan con la orientación necesaria para protegerse, lo que incrementa los riesgos de contagio.
Este escenario pone en el centro del debate la importancia de implementar programas de prevención en los centros escolares, enfocados en informar y desmitificar tabúes sobre la salud sexual.
El uso del condón, una herramienta fundamental para prevenir el VIH, sigue siendo estigmatizado por muchas familias que lo asocian con algo negativo, lo que dificulta su aceptación entre los jóvenes.
Esta percepción, según Peñaloza, contribuye a la propagación de la enfermedad, ya que los adolescentes no adoptan medidas de protección por falta de apoyo o información. La Coalición de la Diversidad hace un llamado a las autoridades educativas y a la sociedad para derribar estos prejuicios y promover una cultura de prevención desde temprana edad.
Ante el regreso a clases, la Coalición insiste en la urgencia de reforzar la educación sexual en las escuelas, con un enfoque claro y accesible que fomente la responsabilidad y el cuidado de la salud.
La detección de casos en menores de edad es una señal de alerta que no puede ignorarse, y las autoridades deben actuar para garantizar que los jóvenes reciban la información y los recursos necesarios.
Sin una estrategia efectiva de prevención, el impacto del VIH en la niñez y adolescencia de Cancún podría seguir creciendo, afectando a generaciones futuras.