CIUDAD DE MÉXICO.
Arropado por la bandera de México, ayer, el aún presidente Evo Morales dejó Bolivia, en una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana que el gobierno envió para trasladarlo a territorio nacional, tras concederle asilo político por razones humanitarias.
Hasta el cierre de esta edición, el mandatario sudamericano se encontraba en Asunción, Paraguay —país al que también solicitó asilo—, debido a que el avión en el que viajaba, un Gulfstream III, registrado con el código TP-07, tuvo que hacer una escala técnica, según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Sin embargo, trascendió que el cambio de ruta se debió a que el gobierno de Perú negó el tránsito por su espacio aéreo.
La mañana de ayer, el canciller Marcelo Ebrard subrayó que la postura de México ante la situación de Bolivia se regirá por el principio de la no intervención, lo que en este caso “significa que México mantiene el reconocimiento al gobierno legítimamente electo hasta el término de su periodo”.
Ayer, en Bolivia seguían los enfrentamientos entre opositores y simpatizantes del mandatario, con un saldo de 20 heridos, de acuerdo con medios locales.
En tanto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) llamó a una solución pacífica a la “crisis política e institucional” que se vive en Bolivia y a nombrar autoridades que garanticen un nuevo proceso electoral.
Un día después de su renuncia, el mandatario abordó ayer por la noche un avión de la Fuerza Aérea Mexicana
Por razones humanitarias, el gobierno mexicano concedió el asilo político al presidente boliviano, Evo Morales, confirmó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Les informo que hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales mediante la cual respondió a nuestra invitación y solicitó verbal y formalmente asilo político en nuestro país”, declaró el titular de la política exterior en un mensaje a medios de comunicación.
Ebrard lamentó que América Latina sea testigo de la ruptura del orden constitucional y autoridades democráticamente electas se vean obligadas a abandonar todo para proteger su vida y su seguridad.
El mandatario sudamericano partió ayer por la noche hacia nuestro país.
“Ya despegó el avión de la Fuerza Aérea Mexicana con Evo Morales a bordo. De acuerdo a las convenciones internacionales vigentes está bajo la protección del de México. Su vida e integridad están a salvo”, afirmó el canciller vía Twitter y acompañó la imagen con una fotografía de Morales mostrando la bandera nacional.
Hasta el cierre de esta edición, Morales se encontraba en Asunción, Paraguay, donde aterrizó para hacer una escala. Previamente, Morales también llamó al mandatario de ese país, Mario Abdo, quien se ofreció a recibirlo, según el periódico argentino La Nación.
Trascendió que el aeroplano debió viajar hacia allá porque el gobierno de Perú cerró su espacio aéreo.
Evo Morales dejó su país luego de ser acusado de fraude en las elecciones del 20 de octubre en las que buscaba la reelección para un cuarto mandato.
“La conducta de México se regirá por un principio elemental: el principio de la no intervención significa que México mantiene el reconocimiento al gobierno legítimamente electo hasta el término de su periodo, reconocer a otro gobierno es una intervención y favorecer el proceso que contradice nuestros principios”, sentenció Ebrard durante la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, el mandatario mexicano exigió a la Organización de los Estados Americanos (OEA) un pronunciamiento sobre la situación en la nación andina.
Además, en la sesión de hoy, está programado que la Cámara de Diputados califique los hechos como “golpe de Estado” y respalde al gobierno en dar asilo a Morales.
En ese sentido, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, destacó que fueron las fuerzas armadas quienes pidieron la renuncia.
Y apoyó a la administración federal.
En este contexto, la SRE defendió su postura.
“El otorgamiento de asilo es un derecho soberano del Estado mexicano que va acorde con sus principios normativos en política exterior de protección de los derechos humanos”, agregó la cancillería.
La dependencia detalló que notificó su decisión a la Organización de Estados Americanos y posteriormente lo notificará a Naciones Unidas.
Con información de Iván Saldaña y Jonás López
El diputado Luis Felipe Dorado condenó el apoyo mexicano al líder izquierdista
Luis Felipe Dorado, diputado de Bolivia, se dijo sorprendido y consternado por la actitud del gobierno de México de otorgar asilo al presidente boliviano Evo Morales, a quien calificó de “tirano y delincuente”.
“Nos sentimos tristes porque pensamos que los mexicanos son nuestros amigos y son nuestros hermanos. Nunca nos imaginamos que actuarían así con un delincuente y un tirano que se está llevando nuestra riqueza, nuestro oro y nuestra plata. Ha sacado plata del banco central y en ese avión mexicano se está llevando plata para allá”, declaró en entrevista con Yuriria Sierra para Grupo Imagen.
El legislador adelantó que se convocó una asamblea a las cuatro de la tarde de hoy.
Esto con el fin de que la vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez, asuma la presidencia del Congreso y después la presidencia interina.
“Ella asume primero como presidenta de la asamblea y después como presidenta del Estado. Ahí se va a proponer que se acepte la renuncia de Evo Morales e inmediatamente se convocaría a nuevos vocales electorales”, detalló.
El diputado boliviano afirmó que todo se hará de acuerdo a la Constitución, por lo que rechazó que se trate de un golpe de Estado.
“No se está haciendo ningún golpe de Estado como dice el dictador quien se está yendo porque ha hecho fraude en el país”, concluyó.
Agregó que buscará a legisladores mexicanos para revelar datos del mandatario.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)entregó al Senado la carta en que le notifica que el gobierno federal otorgó asilo político al presidente de Bolivia, Evo Morales.
La carta, dirigida al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, precisa que la decisión fue consultada con la Secretaría de Gobernación.
Leticia Robles de la Rosa
El avión en el que se desplazaba ayer por la noche el presidente de Bolivia, Evo Morales, es un Gulfstream III, aeroplano registrado con el código TP-07.
En su cuenta de Twitter, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, difundió una imagen del mandatario dentro de esa nave.
Se trata de un aeroplano con capacidad para 19 personas.
Además, puede alcanzar velocidades de hasta 928 kilómetros por hora.
De acuerdo con el sitio Gulfstream, el primer vuelo de este modelo se realizó en diciembre de 1979.
Tras su estreno, los gobiernos de Estados Unidos, Italia e India fueron los primeros usuarios de esa nave.
De la Redacción
Desde disidentes políticos rusos, expresidentes, un sha iraní y artistas se han beneficiado con la política mexicana de otorgar asilo, como ocurrirá con el mandatario de Bolivia, Evo Morales.
No será el primer expresidente latinoamericano que reciba esta protección.
El exmandatario de Argentina, Héctor José Cámpora, recibió asilo en la embajada de México en ese país, la noche del golpe de Estado, del 24 de marzo de 1976.
Uno de los asilados más famosos en la historia diplomática de México fue el disidente soviético León Trotsky, quien con la intervención de los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera, recibió el apoyo del presidente Lázaro Cárdenas.
Trotsky llegó a México el 9 de enero de 1937 para resguardarse y combatir al régimen de José Stalin en la Unión Soviética, hasta que sufrió un segundo atentado en Coyoacán, por el agente español Ramón Mercader, muriendo el 21 de agosto de 1940.
Nuestro país sustenta la concesión de asilo en dos convenciones internacionales, la de Sobre Asilo de La Habana de 1928 y Sobre Asilo Diplomático de Caracas de 1954.
Tras el inicio de la revolución islámica en Irán, en 1979, el sha Mohammad Reza Pahlaví dejó su país. El gobierno del presidente José López Portillo recibió al mandatario y lo hospedó en una residencia en Acapulco.
Para escapar del franquismo, el cineasta Luis Buñuel se exilió por diferentes países, hasta que en 1949 llegó a México, en donde se naturalizó y murió en 1983.
Por David Vicenteño
Vía Excelsior.