Agencias
CARACAS.
Cientos de miles de personas marchan el jueves en Caracas para exigir la realización del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, que enfrenta una creciente tensión política en medio de una devastadora crisis económica.
Al grito de “Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer” los manifestantes con camisas blancas, gorras tricolor y portando banderas venezolanas y carteles que decían “Somos 30 millones de motivos para revocarlo” se agolparon en las principales vías del este de la capital en respuesta a la convocatoria de la coalición opositora que aspira una masiva adhesión a la movilización.
Manifestantes provenientes de diferentes estados como Amazonas, Monagas, Nueva Esparta, Aragua, Carabobo y Guárico se sumaron a la denominada “Toma de Caracas”. Algunos reconocieron que debieron abandonar sus vehículos y sortear a pie los improvisados puestos de control que instalaron las fuerzas de seguridad en las carreteras.
La alianza opositora apuesta a realizar este año el referendo, pero el cronograma que planteó el Consejo Nacional Electoral ha generado dudas de que pueda darse antes del 10 de enero de 2017, cuando se completará más de la mitad del mandato de Maduro. La constitución establece que de realizarse luego de esa fecha el resto del período presidencial deberá ser completado por el vicepresidente.
Las denuncias de las autoridades sobre eventuales acciones violentas, así como los señalamientos de persecuciones y detenciones de opositores, los bloqueos en los accesos a algunas de las carreteras que comunican el interior con Caracas y las restricciones que enfrentaron algunos corresponsales extranjeros para ingresar al país han alimentado el clima de tensión que rodea a la marcha.
Las movilizaciones eran custodiadas por centenares de policías y guardias nacionales con equipos antimotines.
La mayoría de los comercios de la capital amanecieron cerrados. El director de la Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado, dijo que muchas empresas decidieron dar a sus trabajadores permiso para marchar o ausentarse de sus labores ante las eventuales dificultades para transportarse.