Son casas baratas que cuestan menos de treinta pesos (un euro) y se venden en vistosas provincias de Italia que cuentan con todos los servicios. Sin embargo, las letras chiquitas del contrato hacen que muchos dueños se arrepientan de la compra.
De acuerdo con un reportaje de la agencia EFE, estas casas son parte de una estrategia implementada por la organización ecologista Legambiente y 15 municipios italianos para evitar que sus localidades se conviertan en pueblos fantasma en el corto plazo.
Desde hace cuatro años, al menos mil 650 poblados que están en riesgo de desaparecer han visto como miles de personas han habitado zonas que se creían perdidas tras adquirir casas baratas que sólo cuestan un euro.
Aunque la idea suena prometedora, las letras chiquitas del contrato obligan a pagar los arreglos y restauraciones que el inmueble necesita, y las cuales se cotizan entre los 20 mil y 40 mil euros.
Algunas de las regiones con este modelo son Zungoli, en Avelino; Borgomezzavalle, en Piamonte, y Ollolai, en el sur de Cerdeña.
“Fue una buena decisión porque desde que decidimos vender casas por un euro hemos conseguido que mucha gente nos conozca y vea que es un sitio tranquilo”, declaró Alberto Preioni, alcalde de Borgomezzavalle.
Según los responsables, la remodelación que obligan a hacer a los compradores de casas baratas provocará que los inmuebles sean atractivos para nuevos dueños.
Con información de EFE