BERLÍN.
Tres aderezos de diamantes del siglo XVIII, de un valor “incalculable”, fueron robados este lunes por la mañana en un museo de Dresde, en el este de Alemania, que alberga una colección de tesoros única en Europa.
El lunes al amanecer, al menos dos ladrones lograron entrar en el museo de ‘La cúpula verde’, que cuenta con unas 4 mil piezas, para robar tres juegos de diamantes y rubíes, según la policía.
“Estamos sorprendidos por la brutalidad del robo”, admitió la directora del museo, Marion Ackermann, en una rueda de prensa.
La directora hizo alusión a un perjuicio de un valor histórico y cultural “incalculable” que no se podía evaluar en cifras.
“No podemos resumirlos a un valor pues no están en venta”, explicó Ackermann.
Otro responsable de los museos de la ciudad indicó que los aderezos sustraídos formaban “parte del patrimonio cultural mundial”.
Habida cuenta de su notoriedad, las joyas difícilmente podrían ser objeto de una transacción en el mercado, y los responsables del museo no descartan que los ladrones quieran tallarlas para reciclarlas con otra forma.
“Eso sería horrible”, dijo la directora del museo.
Poco antes del robo, un incendio destruyó un transformador eléctrico cerca del museo, lo que afectó al sistema de alarmas. Los investigadores rechazaron, no obstante, establecer ninguna relación entre ambos hechos, por el momento.
Una cámara de seguridad grabó a dos hombres.
Los ladrones entraron por una pequeña rendija abierta en una ventana del museo.
La policía acordonó totalmente los alrededores del museo, que permanecía cerrado.
Los ladrones lograron entrar en la cámara acorazada verde de Augusto II de Polonia, que reinó en el siglo XVIII.
A partir de 1723, Augusto II de Polonia depositó en el mismo piezas procedentes del Renacimiento y del Barroco.
Construido en el siglo XVI, el museo es conocido por contener una de las más importantes colecciones de joyas antiguas de Europa.
Una parte del museo fue destruida durante la II Guerra Mundial por los bombardeos de los Aliados.
El Ejército Rojo tomó parte de las obras y se las llevó a la Unión Soviética, pero en 1958 fueron devueltas a Dresde, en la entonces Alemania del Este.
Posee piezas únicas de orfebrería, piedras preciosas, porcelana, esculturas de marfil o ámbar, bronces y recipientes decorados con gemas.
Una de las piezas más prestigiosas del museo, un diamante de 41 quilates, está expuesto actualmente en el Museo Metropolitano de Nueva York.
El ministro-presidente de Sajonia, Michael Kretschmer, lamentó el robo y afirmó que “no se habían robado únicamente las colecciones de arte del Estado” sino que el robo afectaba “a todos los sajones”.
“(El museo) es Sajonia, es nuestra identidad”, añadió.
El robo es “un ataque contra la identidad cultural de todos los sajones”, apuntó por su parte el ministro de Interior de la región, Roland Wöller.
El museo fue renovado en 2004. Las colecciones antiguas se encuentran en la planta baja, donde se cometió el robo, y el primer piso acoge exposiciones temporales.
Se trata del segundo robo de relevancia en Alemania en los últimos años, tras el de una pieza de oro gigante de 100 kilos en 2017, valorada en unos 3.75 millones de euros, en el Bode-Museum de Berlín.
Varios sospechosos de ese robo están siendo procesados, mientras que la pieza, al parecer, fue fundida.