PARAGUAY.- El radio céntrico de Asunción parecía ayer bombardeada como secuela de los duros enfrentamientos de la policía con militantes de la oposición que dejaron como saldo un muerto, una treintena de heridos, más de 200 detenidos y la sede del Congreso con rastros de destrucción y humareda.
Paraguay sigue conmocionado por los acontecimientos políticos que terminaron con la muerte a manos de la policía de un activista opositor al presidente Horacio Cartes en la madrugada del sábado, dentro de la sede del partido Liberal, filmada por cámaras de circuito cerrado.
El suceso se produjo horas después del asalto e incendio de un recinto del Congreso por centenares de opositores que rechazan una enmienda de la Constitución, aprobada en forma irregular por una mayoría de senadores oficialistas que busca instituir la reelección presidencial.
La carta magna no permite la reelección “en ningún caso” y la normativa únicamente puede ser modificada por una asamblea constituyente, según la oposición.
Centenares de militantes del partido Liberal se agolparon el sábado en el local del nucleamiento político para velar a Rodrigo Quintana, de 25 años, muerto de un escopetazo en la cabeza dentro de los pasillos del partido cuando irrumpieron -sin orden judicial- agentes antimotines en persecución de jóvenes manifestantes con los que se enfrentaron previamente en las calles adyacentes.
A tres cuadras del local partidario, la puerta de ingreso, de vidrio, del masivo diario ABC fue destruido por un proyectil cuando avanzaba la policía montada sobre los manifestantes.
Quintana era el presidente de la juventud liberal de la ciudad de La Colmena, distante a 150 km de Asunción. La autopsia determinó que recibió el impacto de balines de metal disparados por una escopeta.
La policía anunció que el uniformado autor del disparo fue arrestado y el presidente Horacio Cartes ordenó la destitución del ministro del Interior, Tadeo Rojas, y del comandante de los policías, comisario Críspulo Sotelo.
Cámaras del circuito cerrado del partido Liberal mostraron el momento del crimen. Se observa a policías persiguiendo opositores en los pasillos de la sede partidaria donde, de repente, se ve caer en forma instantánea y de bruces a Quintana. Se observa seguidamente al autor del disparo pisandole entre el hombro y el cuello, antes de continuar la persecución hacia otros activistas. “Vamos a matarlos a todos”, se escucha exclamar a uno de los uniformados.
En una tarde y noche de furia el viernes, los opositores vulneraron la custodia policial del Congreso, rompieron verjas, portones y grandes ventanales de vidrio antes de prenderle fuego a los principales salones de acceso. Los incidentes se desataron después de una represión iniciada por los antimotines contra un grupo de opositores liderados por el propio presidente del Congreso, Roberto Acevedo, quien estaba acompañado del presidente del partido Liberal, Efraín Alegre, y el diputado del mismo partido, Edgar Acosta.
Acevedo recibió un refilón, Alegre varios impactos en el hombro y la espalda y el diputado Acosta en la boca con profusa herida sangrante.
Los militantes liberales y los pertenecientes a la disidencia del partido Colorado oficialista -que también consideran inconstitucional la enmienda- se autoconvocaron en las afueras del Congreso y el presidente liberal proclamó: “Vamos a resistir la violación de la Constitución con todos los elementos a nuestro alcance”.
Seguidamente en medio de una cólera colectiva y desenfrenada, con estribillos tal como “dictadura nunca más”, los manifestantes se abalanzaron sobre los policías -que se desbandaron- y atacaron el edificio legislativo, ingresaron a las oficinas y arrancaron las pertenencias de los partidarios de la enmienda y le prendieron fuego.
El jefe de Estado calificó de “bárbaros” a los manifestantes y acusó a sus rivales políticos y a algunos dueños de medios de prensa como los responsables. En su cuenta de Twitter, Cartes escribió: “La democracia no se conquista ni se defiende con la violencia. Seguimos viviendo en un Estado de Derecho y no debemos permitir que unos bàrbaros destruyan la paz, la tranquilidad y el bienestar del pueblo”.
La enmiendad, con media sanción del Senado, aprobada en una oficina privada y no en el Congreso, debía ser ratificada el sábado por la Cámara de Diputados, donde hay una amplia mayoría oficialista. Pero el presidente de la cámara, Hugo Velázquez, suspendió la sesión. Mario Abdo Benítez, ex presidente del Congreso en 2016 y líder de la disidencia del partido Colorado, anunció que los anticartistas “estamos preparados para resistir a los usurpadores del poder”.
El ex presidente Fernando Lugo y los senadores de su partido Frente Guasú (Frente Grande), afín a los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, respaldan la enmienda constitucional. Lugo, al igual que Cartes, pretenden volver a candidatearse en las elecciones del 2018.(Fuente: Clarín)