Los Ángeles.-Uber se unió al furor de las bicicletas compartidas con la adquisición de Jump Bikes, compañía con sede en Nueva York, ya que la llegada de las empresas chinas en el alquiler de bicicletas amenaza con disrumpir porciones del mercado de solicitud de transporte en América del Norte y Europa, donde la compañía está más arraigada.
El acuerdo, que una persona familiarizada con las condiciones confirmó fue de más de 100 millones de dólares (mdd), marca la primera adquisición desde que Dara Khosrowshahi asumió el cargo de director ejecutivo de Uber hace ocho meses después de una serie de escándalos.
El precio de compra se ve muy pequeño en comparación con el monto de 3 mil 700 millones de dólares que supuestamente pagó la semana pasada Meituan-Dianping por Mobike, una señal del auge de la valoración que se dio después de que despegaron los servicios de bicicletas compartidas en China. Mobike estableció su primer servicio en Estados Unidos hace seis meses, señalando el tipo de competencia disruptiva en el mercado doméstico que Uber tiene que enfrentar por los servicios de solicitud de transporte chinos.
Ryan Rzepecki, fundador y director ejecutivo de Jump, dijo que el acuerdo busca ofrecer una plataforma de lanzamiento para llevar el servicio de Jump al extranjero, sobre todo a Europa, que tiene el potencial de ser un mercado mucho más grande que el de América del Norte.
Para Uber, las bicicletas podrían representar una amenaza de competencia mucho más importante que la de cualquier nuevo participante en los servicios de solicitud de transporte. Para viajes más cortos, las bicicletas eléctricas pueden ser una ruta más rápida y barata para recorrer las congestionadas ciudades.
El viaje promedio de las bicicletas de Jump en San Francisco, de 2.6 millas (4.8 kilómetros), es cercano al viaje promedio de un automóvil Uber, dijo Rzepecki en una entrevista. Uber “vio el potencial de que las bicicletas puedan reemplazar una parte de los viajes en automóvil”, dijo. “En lugar de resistirse, lo abrazaron y abrieron el mercado”.
Jump fue uno de los pioneros en EU de las bicicletas compartidas sin lugar para estacionarlas. Rzepecki fundó la empresa, que originalmente se llamaba Social Bicycles, en 2010 después de tres años de trabajar en la planeación de bicicletas en el departamento de transporte de la ciudad de Nueva York.
Durante varios años la compañía vendió bicicletas y aparcabicicletas a la ciudad por una cuota mensual de servicio, un negocio que se volvió rentable en 2016 pero batalló para captar la atención de los capitalistas de riesgo. Entonces la inversión comenzó a llegar a los servicios chinos de bicicletas compartidas sin aparcabicicletas, como Ofo y Mobike, lo que hizo que los inversionistas en EU fueran más receptivos a la idea, Rzepecki dio un giro hacia un modelo directo al consumidor. En los últimos meses Jump lanzó servicios de bicicletas sin aparcabicicletas bajo su propia marca en Washington DC y San Francisco.
Las bicicletas de Jump están disponibles para su alquiler en San Francisco por medio de la aplicación de Uber desde febrero y en la actualidad representan entre 15 y 20 por ciento de los viajes de bicicletas compartidas de la compañía en la ciudad, de acuerdo con Rzepecki.
Sin embargo, comprar e implementar un sistema de bicicletas compartidas sin aparcabicicletas en un área requiere de un gran uso de capital e implica una importante complejidad regulatoria.