Normalmente, Estados Unidos recurriría a Arabia Saudita, que también produce barriles pesados. Pero Arabia Saudita ha reducido los envíos a Estados Unidos como parte del esfuerzo de la OPEP para impulsar los precios.
Canadá, otro importante productor de crudo pesado, ya es la principal fuente de petróleo extranjero de Estados Unidos. Y la escasez de ductos desde Canadá dificultará enviar más.
“Hay muy pocas alternativas a corto plazo”, escribió Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank, en una nota a los clientes.
Refinadores instan a Trump a no imponer aranceles a México
Las refinerías estadounidenses se verán obligadas a pagar el arancel del 5% para comprar el petróleo de México o —lo que es más probable— a pagar por barriles pesados en otros lugares. Es probable que parte de ese petróleo provenga de Colombia, Brasil, Ecuador, Irak y Kuwait, países que ya están enviando crudo pesado a Asia y otros lugares.
“Vamos a tener que competir con uñas y dientes con países como China”, dijo Tran, de RBC.
Fitzmaurice advirtió que los aranceles en México “deprimirán” los márgenes de refinación y podrían limitar la cantidad de gasolina, diésel y turbosina que se produce.
La industria de la energía se ha unido a otros grupos empresariales para instar a Trump a que no sume a México a la guerra comercial mundial.