El portavoz del Gabinete del Gobierno, Keheliya Rambukwella, afirmó que tras un estudio del Ministerio de Salud, la isla elegida es Iranaitivu.
El gobierno de Sri Lanka anunció este martes que enterrará a los muertos por coronavirus en una isla remota, después de que la semana pasada se levantase la obligación de incinerar a todas las víctimas de COVID-19, una práctica que había sido muy criticada por ir en contra de la tradición islámica.
El portavoz del Gabinete del Gobierno, Keheliya Rambukwella, afirmó que tras un estudio del Ministerio de Salud, la isla elegida es Iranaitivu, un refugio de pescadores situado en el golfo de Mannar en el norte del país, donde se vivieron con especial dureza las tres décadas de guerra entre el Ejército y la guerrilla tamil.
La isla fue seleccionada sobre una base científica y de acuerdo con las directrices sanitarias”, declaró Rambukwella ante la prensa, asegurando que esta decisión no tiene ninguna connotación política, al poder ser vista como una afrenta para las minorías musulmana o tamil, principalmente hindú, en este país de mayoría budista.
El portavoz precisó que la disposición de los cuerpos se realizará conforme a las pautas existentes y que el gobierno asumirá los gastos por el traslado y entierro de los cadáveres.
La decisión desencadenó críticas de inmediato, después de que la semana pasada, tras meses de presión, el gobierno anuló la controvertida decisión de incinerar los cuerpos de las víctimas de COVID-19, una práctica considerada antislámica.
Esto es repugnante (…) totalmente opuesto a lo que esperábamos y a lo que recomendó el comité de expertos”, señaló a Efe Hilmy Ahamed, vicepresidente del Consejo Musulmán de Sri Lanka y uno de los principales críticos de la cremación forzosa.
Ahamed considera que no hay necesidad de enterrar los cuerpos a 300 kilómetros de distancia en una isla remota.
“Esto no tiene sentido. Lucharemos en la corte si es necesario”, sentenció.
La cremación de todos los cuerpos, estrictamente implementada desde el inicio de la pandemia en marzo pasado, había provocado protestas de grupos de derechos humanos y musulmanes que denunciaron que esta orden transgredía el rito religioso del entierro.
Según los últimos datos oficiales, más de 470 personas han muerto a causa del coronavirus en Sri Lanka, donde se han confirmado hasta hoy 80 mil casos. El país inició su programa de vacunación el pasado 29 de enero.
Con información de EFE