Sin luz, agua, incomunicados, los venezolanos cumplen este domingo tres días de un apagón sin precedentes que ya dejó 15 pacientes muertos y amenaza con prolongarse indefinidamente, aumentando las angustias que padecen por la severa crisis política y económica que golpea al país petrolero.
La suspensión masiva del servicio eléctrico, la peor registrada en este país de 30 millones de habitantes, comenzó el jueves a las 16:53 h locales, tomando ribetes dramáticos: los fallecidos son enfermos renales que no pudieron recibir diálisis, según la ONG Codevida.
Los hospitales que tienen generadores de energía los usan para emergencias. “Esto ha sido horrible. Todo oscuro. Solo funcionan algunas áreas con una planta eléctrica que llevaron porque la del hospital no funcionó”, dijo a AFP Sol Dos Santos, de 22 años, quien tiene a su niña hospitalizada en Caracas.
Un video que ha dejado circulado en redes y medios internacionales que ha golpeado la realidad de la crisis que vive actualmente venezuela, es la de una mujer cargando en brazos a su hija quién falleció al no haber sido atendida por el hospital, debido a la falta de luz.
El país está prácticamente paralizado con negocios cerrados y poco transporte, sin actividades laborales ni escolares. Entre la población, la preocupación aumenta porque la comida empieza a dañarse y el agua escasea.
“He pasado tres noches de mucha angustia. Estoy muy nerviosa porque esta situación no se resuelve, la poca comida que tenemos en la nevera se nos va a echar a perder. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto?”, declaró a la AFP Francisca Rojas, una jubilada de 62 años que vive en el este de Caracas.
La crisis energética se convirtió en el nuevo pulso por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, jefe parlamentario reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela.
Maduro denunció “ataques electromagnéticos” al “cerebro” de la hidroeléctrica de Guri, ubicada en el estado Bolívar (sur), la mayor de Venezuela y la segunda de América Latina, después de Itaipú (Brasil-Paraguay).
Guaidó y expertos responsabilizan al gobierno por falta de inversiones y mantenimiento, y por la corrupción, ante recurrentes interrupciones del servicio eléctrico, principalmente en el interior del país, pero las autoridades denuncian constantes actos de “sabotaje”.