EU.- Las legiones de seguidores de Donald Trump cada vez están más confiadas en un triunfo, y muchos afirman que no aceptarán la derrota.
Vamos a ganar. Y si no ganamos y Hillary sí, creo que vamos a tomar el gobierno”, dijo Nancy Fraize, de 51 años y quien trabaja limpiando casas en Manchester, New Hampshire. “Personalmente creo que estaremos en la Casa Blanca sentados en el jardín frontal. En armas”.
Su visión del posible resultado y las consecuencias no son raras. Las encuestas muestran una contienda indefinida y un renovado análisis a los emails de Hillary Clinton a tan solo unos días de la elección. Además, una encuesta realizada el mes pasado reveló que tan solo una tercera parte de los republicanos confía en que los votos se contarán de manera justa.
La mezcla de confianza en Trump y desconfianza en quienes ocupan el poder se reflejó una y otra vez en más de dos decenas de entrevistas a sus seguidores en estados donde la contienda presidencial aún no está definida.
Quienes respaldan a Trump confían de manera casi uniforme en las posibilidades de su candidato, pese a las controversias que han rodeado su campaña a lo largo del año y a las encuestas de opinión que lo colocan detrás de Clinton en estados potencialmente decisivos. Muchos de los entrevistados están de acuerdo con las incendiarias declaraciones del aspirante republicano de que la elección podría estar “amañada”, un desafío sin precedentes a la tradición democrática del país.
El empresario neoyorquino habla de sus seguidores como un “movimiento”, cuyos integrantes han sido atraídos por su fama, su retórica populista y sus acusaciones contra la demócrata Clinton, a quien califica como la personificación del poder en Washington que muchos estadounidenses creen que se ha olvidado de ellos.
Es momento de que tengamos a alguien con los arrestos para hacer las cosas”, dijo Lugene Martin, de 51 años y originaria de Eau Claire, Wisconsin. “Estoy cansada de que este país esté en manos de los políticos de siempre. Necesitamos a alguien que no siga las reglas”.
¿Si pierde?” se preguntó. “Ni siquiera sé qué voy a hacer”.
Desde los comienzos de su candidatura, Trump ha atraído a seguidores recalcitrantes que han asistido a varios mítines y han visto por internet muchos más.
Paula Pierce, de 63 años y quien la semana pasada acudió a un mitin de Trump en New Hampshire, dijo que la elección “se siente distinta en esta ocasión”, como si el país hubiera llegado a un punto crítico histórico. Según ella, Trump “ha iniciado un movimiento, una conflagración”.
La mayoría de los seguidores de Trump que fueron entrevistados se dijeron convencidos de que cuenta con el ímpetu necesario, especialmente después del anuncio del director del FBI, James Comey, acerca de la revisión de más emails que podrían estar relacionados con el servidor privado de Clinton. Y muchos de quienes están a favor del empresario son sumamente escépticos de las encuestas de opinión pública.
Cindy Spritzer, de 51 años, dijo el miércoles durante un acto en Miami que las encuestas convencionales no consideran a los votantes que apoyan a Trump y conforman una “mayoría silenciosa”.
Hay personas que no participan en las encuestas. Que no responden el teléfono. No ponen calcomanías en sus autos ni botones en sus camisetas”, dijo Spritzer. “Pero son inteligentes. Van a votar. Y van a votar por Trump”.
Para estos seguidores de Trump, la ventaja de Clinton en las encuestas no concuerda con lo que escuchan y ven. Muchos aseguran que no conocen a nadie que vaya a votar por Clinton. Y ven a miles de personas en los mítines de Trump.
El mismo candidato les ha repetido que la única manera en que pudiera perder es si la elección está amañada. Recientemente en Michigan, exhortó a sus seguidores a votar y luego acudir a otro centro de votación con sus amigos para asegurarse de que “todo vaya en aumento”. Afirmó que el fraude electoral es “un gran, gran problema en este país”.
No existe evidencia de que el fraude electoral sea un problema generalizado en Estados Unidos. Un estudio efectuado por un profesor de la Facultad de Leyes de Loyola dijo que de mil millones de votos emitidos en Estados Unidos entre 2000 y 2014, solo existen 31 casos conocidos de fraude de identidad.
Sin embargo, sólo la tercera parte de los republicanos afirman tener mucha o suficiente confianza de que se contarán los votos de manera justa el día de los comicios, de acuerdo a una encuesta de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, dada a conocer el mes pasado.
Pese a ello, no todos los seguidores de Trump dicen dudar del sistema o quieren un prolongado proceso legal que podría hundir a la nación en la incertidumbre.
Si pierde de manera justa, tendremos que aceptarlo. Lo haríamos”, dijo Andrew Armitage, de 18 años y quien votará por primera vez en River Falls, Wisconsin. “Es lo que aprendí en la escuela. Es la tradición estadounidense y es así como debe ser”. (Fuente: Excélsior)