Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
El Senado brasileño aprobó este miércoles la destitución de Dilma Rousseff, terminando de esa manera el mandato de la primera mujer a cargo de la mayor economía de Sudamérica.
Con 61 votos a favor de 81 senadores que componen la Cámara brasileña, termina el periodo de Dilma como presidenta de Brasil.
La votación para sancionar a Rouseff se produjo por los cargos de manipular el presupuesto federal para ocultar los problemas económicos de la Brasil.
El proceso, que también era visto como una evaluación del mandato de Dilma al frente de Brasil, era una prueba para el Partido de los Trabajadores, de donde formaban parte tanto Rousseff como el expresidente Lula, partido que se verá fuera del Ejecutivo de Brasil por primera vez en 13 años.
Rousseff vivió durante su mandato varios escándalos de corrupción, incluidos algunos alrededor de Petrobras, la empresa petrolera brasileña, así como la mayor crisis de económica del país en varias décadas, a las que el gobierno falló en responder pese al descontento de la población.
Mientras que para los defensores de la ahora ex presidenta el movimiento representa un golpe de Estado apenas disimulado, sus detractores lo consideran el castigo para una líder arrogante de un movimiento político que ha perdido su rumbo.
Michel Tremer, presidente interino de Brasil desde mayo, tomará las riendas del país hasta el final del término en 2018.