La población joven de Cochabamba y Bolivia, entre 15 y 35 años, es la más vulnerable frente al VIH/sida.
Los datos revelan que más del 60 por ciento de quienes reciben el diagnóstico están dentro de este rango.
Según los datos del Programa de Enfermedades de Transmisión Sexual del Servicio Departamental de Salud (Sedes), en 2017 se registraron 590 casos nuevos. De los cuales, 254 o el 43 por ciento corresponden a jóvenes entre 15 y 24 años.
En tanto, 152, el 25,8 por ciento, son de personas entre 25 y 34 años. Sumando ambos, son 406, que representa el 68,8 por ciento.
El dato es similar en los primeros meses de 2018, donde el 65 por ciento de los diagnósticos fueron en personas jóvenes. (Ver infografía)
Pero, el diagnóstico positivo es sólo el inicio de un largo camino.
El acceso a la salud es deficiente, los pacientes aún son discriminados y la falta de apoyo familiar deriva en el abandono del tratamiento, convirtiéndolos en potenciales transmisores, señaló el director del Instituto para el Desarrollo Humano (IDH), Édgar Valdez.
Prevención
Si bien existe bastante información a través de los medios de comunicación y el Internet, los especialistas observan que se falla en el diálogo entre padres e hijos, la discriminación y la toma de decisiones de parte de los adolescentes.
“Los jóvenes se inician cada vez más temprano en la actividad sexual, pero no tienen la información suficiente. Los padres no hablan de este tema. Y los adolescentes tienen deseos de saber. En los programas que tenemos en colegios nos piden más información”, señaló el responsable IDH.
Por otro lado, está la discriminación al momento de buscar preservativos. Los adolescentes se sienten juzgados.
Historia
“Una vez entré a una farmacia donde la encargada era una señora mayor. Le dije que quería un paquete de condones y me preguntó: ‘Cuántos años tienes hijo’ y le dije 16, entonces, y me respondió que debería esperar a tener más edad, pero que era mi decisión”, contó Alejandro (nombre ficticio).
Siguió: “A esa edad y después de ese comentario sentí vergüenza y le dije, ya no quiero. No fue esa vez la que me transmitieron el VIH, pero sí me quedó marcado el recuerdo, porque ahora lo pienso y creo que lo más responsable por parte de esa señora era venderme y ya”.
Alejandro contó que se enteró que tenía la enfermedad a los 18 años. “Entré a la carrera de Medicina, hablamos sobre VIH y fui a hacerme la prueba rápida con mi chica. En ese entonces, todas las relaciones que tuve con mi novia fueron con preservativo así que más bien no le transmití, pero me terminó. Sentí que el mundo se me caía, quise un segundo análisis, no lo creía”, recordó.
Por su parte, un miembro del equipo del Instituto de Desarrollo Humano (IDH), Iván Rivera, señaló que el acceso a los preservativos debería ser mayor y sin discriminación.
“No se debe juzgar al joven que busca protegerse. Es más, la venta de condones debería ser en todos los espacios donde hay encuentro como licorerías, discotecas y otros donde haya citas”, manifestó Rivera.
Diagnóstico
Las pruebas rápidas para la detección del virus en la sangre están disponibles en todos los centros de salud. Sin embargo, existe una limitación para menores de 18 años.
“La ley señala que deben estar acompañados de un padre o tutor para ser atendidos. Esto es un enorme obstáculo, porque muchos jóvenes tienen miedo de decirles a sus padres. Algunos llegan aquí con un adulto y dicen que es su tutor, pero luego sabemos que no es así”, indicó Rivera.
Esto representa un problema cuando se da a conocer que el diagnóstico es positivo, pues es cuando se debe hablar con los padres y por no querer decirles existen grandes índices de abandono del tratamiento, según una investigación del IDH.
Abandono
El tratamiento para el control del virus se realiza con un estricto seguimiento médico.
Quien cumple con todo lo recomendado puede llegar a tener la carga viral cero. Esto significa que la presencia del VIH es indetectable en la sangre, lo que no significa una cura.
Sin embargo, si se deja de tomar los medicamentos vuelve la carga viral y el riesgo de transmisión es alto.
Sin embargo, según un estudio realizado por el IDH, de 10 jóvenes entre 15 y 24 años, sólo dos continúan el tratamiento de manera regular.
En tanto, todos los pacientes lo hacen de forma irregular y seis lo abandonan. El dato es similar para los pacientes entre 26 y 34 años (Ver infografía).
“Es decir, el 80 por ciento de estas personas que están en edad de tener una vida sexual activa, de ser personas con productividad social y laboral no se están cuidando. Más al contrario, transmiten a otras personas, porque difícilmente usan el preservativo”, dijo Valdez.
Abandono
Los especialistas señalan que la familia es un pilar fundamental para llevar adelante el tratamiento de manera regular.
“La primera fase, luego que se conoce el diagnóstico, es la depresión y negación. Uno se siente solo y si la familia no está se deja de lado el tratamiento, es un riesgo”, explicó Rivera.
De igual modo, ocurre con los servicios de salud. Es necesario que se trate de ambientes acogedores.
Según el estudio realizado por el IDH, quienes tienen mayor tendencia a abandonar el tratamiento son las mujeres y las diversidades sexuales.
El principal factor para que esto ocurra, fuera del apoyo familiar, es la discriminación por parte de médicos y enfermeras, explicó Édgar Valdez.
“El VIH/sida podría ser erradicado, pero se necesita la voluntad para tomar buenas decisiones”, Valdez.
Fallecidos registrados. Según el Programa Nacional, el 2017 murieron 90 personas en Bolivia a causa de la enfermedad.
DATOS
Niños logran un tratamiento regular. Según el estudio realizado por el IDH, quienes llegan a tener la mejor adherencia al tratamiento son los niños que nacen con el virus, pues se acostumbran a temprana edad. La actitud del otro 80 por ciento es regular.
Adolescentes buscan información en Internet. Ante la falta de diálogo con los padres, muchos adolescentes revelaron que su conocimiento en educación sexual y enfermedades surge de Internet. “Es vergonzoso hablar con mi mamá, lo que ella me diga lo encontraré en YouTube”, dijo un joven de 19 años.
LA VIOLENCIA SEXUAL, OTRO RIESGO DE TRANSMISIÓN
Según el Servicio Departamental de Salud (Sedes), en 2017, se registraron 11 casos de VIH/sida en menores de 14 años de edad.
Del total, siete fueron por transmisión vertical de madre a hijo en el parto.
Sin embargo, cuatro fueron víctimas de abuso sexual, informó el responsable del Programa VIH/sida del Sedes, Christian Gómez.
El hecho de tener a menores de 14 años con el virus llevó a las autoridades en salud a cuestionarse el cómo se transmitió el virus.
De este modo, se averiguó la causa y se conoció que los pacientes fueron víctimas de abuso sexual. Hoy están bajo tratamiento.
PROGRAMAS EDUCATIVOS
Exposida: Un espacio para hablar con estudiantes sobre sexualidad.
Consejo juvenil: Jóvenes dialogan con pares que tengan dudas sobre VIH
Grupos escolares: Capacitan a profesores para que ellos hablen con jóvenes
Jóvenes líderes: Escolares proyectan cambios de mentalidad sobre drogas
FUENTE/ LOS TIEMPOS