Este miércoles, a las 18:00 horas en Texas (EE.UU.), está prevista la ejecución de Roberto Moreno, un mexicano condenado a pena de muerte en 1993 por el asesinato de su familia.
Moreno, oriundo de Oaxaca (México), fue enjuiciado por matar a su esposa Leticia y a sus dos hijos, Abigail y Jonathan, de siete y tres años, respectivamente, crimen que cometió el 7 de febrero de 1992. Tres días después, el hombre se casó con otra mujer.
Varias semanas luego del asesinato, los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados enterrados en el baño de la vivienda donde residía la familia, gracias a las búsquedas que inició la Policía luego que parientes de Leticia denunciaran su desaparición.
Moreno, quien se encuentra actualmente en el pabellón de la muerte de la Unidad Carcelaria Polunsky, en Livingston, Texas, será trasladado a la Unidad Carcelaria Walls, en la comunidad de Huntsville, al noroeste de Houston, donde recibirá la inyección letal.
Según El Universal, Moreno sería el mexicano número 12 en ser ejecutado en EE.UU. desde 1993, cuando se aplicó la misma pena a Ramón Montoya Facundo.
El pasado 1 de noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a EE.UU. a detener la ejecución de Moreno.
El organismo, después de analizar el informe del juicio del mexicano, concluyó que EE.UU. violó “los derechos a la igualdad ante la ley, al debido proceso legal y a un juicio justo con respecto a los procesos penales que llevaron a la imposición de la pena de muerte contra Roberto Moreno”.
En su texto, la CIDH dice que si EE.UU. realiza la ejecución “cometería una violación grave e irreparable del derecho fundamental a la vida, garantizado en el artículo I de la Declaración Americana”, a la cual está sometida desde que ingresó en la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1951.
“Estamos ante un caso flagrante de violación a los derechos humanos y al derecho internacional”, dijo, en conferencia de prensa, Alejandro Alday, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
El jurista señaló que la captura de Moreno fue notificada al consulado de México en McAllen, Texas, 11 meses después de la detención; por lo que el mexicano no tuvo defensa en la primera y segunda instancia del proceso.
Además, Alday afirmó que el condenado es uno de los “51 mexicanos protegidos por el Fallo Avena de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)”, en referencia al caso de México contra EE.UU. de 2004, sobre el que el organismo multilateral decidió que Washington había violado obligaciones adquiridas bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares al no permitir que las autoridades mexicanas pudieran defender a sus ciudadanos inmiscuidos en procesos por crímenes en territorio estadounidense.
Desde que la CIJ emitió ese fallo, en Texas han sido ejecutados, en violación al dictamen, cinco mexicanos: José Ernesto Medellín, en agosto de 2008; Humberto Leal, en junio de 2011; Edgar Tamayo Arias, en enero de 2014; Ramiro Hernández Llanas, en abril de 2014; y Rubén Ramírez Cárdenas, el 8 de noviembre de 2017, reseña La Razón.
La estadounidense Red de Movilización Católica publicó una petición para detener la ejecución de Moreno e invitó a los ciudadanos a que sumen sus firmas.
De acuerdo a esa organización, el mexicano sufre de desorden bipolar y daño cerebral orgánico. “No deje que Texas ejecute a otra persona que sufre de una enfermedad mental“, suplican.