Washington, Estados Unidos.- Hope Hicks, la asesora más fiel del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renunciará a su cargo como directora de comunicaciones de la Casa Blanca en las próximas semanas, una dimisión que deja vacante el cargo por cuarta vez en el corto mandato del magnate.
La Casa Blanca confirmó hoy la marcha de Hicks, quien ha acompañado al mandatario desde hace tres años y aceptó ponerse al frente de las comunicaciones del Gobierno estadounidense el verano pasado, tras la dimisión del polémico Anthony Scaramucci, que apenas duró diez días en el cargo.
Hicks se unió a la campaña del multimillonario en su etapa más temprana y, aun sin experiencia política previa, protagonizó un meteórico ascenso en medio de las turbulentas aguas del equipo del magnate.
Y es que la guerra abierta que ha mantenido el multimillonario con los medios desde antes de alzarse vencedor en las elecciones de 2016, y su peculiar y políticamente incorrecto modo de hacer públicas sus decisiones y opiniones, han hecho que el cargo de director de comunicaciones de la Casa Blanca no sea el puesto más codiciado.
Desde el día en que Trump juró como 45º presidente de Estados Unidos, el cargo estuvo ocupado por Sean Spicer, quien al mismo tiempo hacía las veces de portavoz, pero quien apenas ocupó el puesto durante 45 días, antes de ser sucedido por Mike Dubke.
Sin embargo, Dubke renunció poco antes de cumplir los tres meses como director de comunicaciones, un momento de máxima tensión entre Casa Blanca y periodistas, para volver a manos de Spicer de forma interina por otro mes y medio.
En un movimiento arriesgado por parte del magnate, quien llevaba tiempo queriendo incluir al inversor Anthony Scaramucci en su gabinete, decidió darle ese puesto en contra de los deseos de Spicer, provocando la renuncia de este último como portavoz, y un nuevo terremoto dentro de su equipo de Gobierno.
Pero el empresario de Wall Street, conocido por sus maneras histriónicas y grandilocuentes, no tardó en abandonar forzosamente el barco, ya que su aterrizaje también provocó la salida del entonces jefe de gabinete, Reince Priebus, que fue sustituido por el general John Kelly.
Una de las primeras decisiones del militar como jefe de personal de Trump fue despedir de forma fulminante a Scaramucci.
Pese a suponer la cuarta ocasión en la que el puesto queda disponible, la marcha de Hicks no parece haber ocurrido en malos términos con el presidente, quien tuvo palabras de halago y reconocimiento para la joven, de 29 años.
“Hope es sobresaliente y ha hecho un gran trabajo durante los últimos tres años. Es muy inteligente y considerada, así como una gran persona. Extrañaré no tenerla a mi lado, pero cuando me consultó para buscar otras oportunidades, lo entendí totalmente”, dijo Trump en un comunicado facilitado por la Casa Blanca.
“Estoy seguro de que trabajaremos juntos de nuevo en el futuro”, agregó el gobernante.
Por su parte, la propia Hicks aseguró que “no hay palabras” para expresar adecuadamente su gratitud al mandatario, y deseó al presidente y a su Gobierno “lo mejor”.
La noticia llega un día después de que la consejera del presidente testificara durante más de ocho horas ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en el marco de las investigaciones sobre la posible coordinación de la campaña de Trump con el Gobierno ruso para influir en los comicios de 2016.
No obstante, según indica el diario The New York Times, citando diversas fuentes conocedoras de sus intenciones, la renuncia no ha tenido que ver con la investigación y su testimonio, sino que llevaba considerando sus opciones de salida desde hace varios meses.
Durante su intervención ante los congresistas, Hicks se negó a contestar a varias de las cuestiones planteadas como parte de la investigación, que es independiente de la que dirige el fiscal especial encargado de la trama rusa, Robert Mueller.
Sin embargo, la joven reconoció a los legisladores haber dicho “mentiras piadosas” en favor del presidente, aunque nunca sobre nada relevante relacionado con la investigación rusa.
Es por ello, que pese a abandonar la Casa Blanca en las próximas semanas, es probable que el nombre de Hicks siga planeando sobre Washington a medida que avanzan las pesquisas sobre la injerencia del Kremlin y el fiscal especial estrecha el cerco sobre el círculo más próximo al magnate. EFE