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Putin y Trump se reunirán en Alaska el 15 de agosto; Ucrania rechaza posible “intercambio de territorios”

Redacción / Grupo Cantón

Moscú / Washington / Kiev. — El Kremlin confirmó que los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, y Donald Trump, de Estados Unidos, sostendrán una cumbre bilateral el próximo viernes 15 de agosto en Alaska, en un intento por abordar el conflicto en Ucrania y explorar un posible alto al fuego.

El anuncio fue realizado en Moscú por Yuri Ushakov, asesor del presidente ruso en política exterior, quien calificó la reunión como una “cumbre importante y esperada”. Según explicó, Trump propuso que el encuentro tenga lugar en Alaska, antiguo territorio del Imperio ruso vendido a Estados Unidos en 1867 por 7.2 millones de dólares.

“Rusia y Estados Unidos son vecinos cercanos. Nos parece lógico que la delegación rusa simplemente sobrevuele el estrecho de Bering para celebrar esta cumbre”, afirmó Ushakov.

La decisión de aceptar la sede y permitir que Estados Unidos diera la primicia causó sorpresa entre analistas, pues marca un giro en la estrategia diplomática rusa, acostumbrada a coordinar anuncios simultáneos con Washington. Ushakov también reveló que ya se extendió una invitación a Trump para celebrar la próxima cumbre en territorio ruso, como parte de una reciprocidad diplomática.

Zelensky: “Sin Ucrania no hay paz”

La reacción en Kiev fue inmediata. El presidente Volodymyr Zelensky criticó duramente el anuncio y rechazó cualquier negociación que excluya a Ucrania, al considerar que ninguna decisión sobre el futuro del país puede tomarse sin su consentimiento.

“Esta guerra se libra en nuestra tierra, contra nuestro pueblo. Nadie puede decidir sobre Ucrania sin Ucrania. Cualquier decisión así nacería muerta”, declaró Zelensky en un mensaje dirigido a la nación.

El mandatario reiteró que no está dispuesto a ceder territorio a Rusia, y subrayó que la integridad territorial ucraniana está protegida en su Constitución. También expresó su disposición a colaborar con Trump y otros aliados internacionales para alcanzar una paz “justa y duradera”.

Posible “intercambio de territorios” divide opiniones

Aunque no hay detalles oficiales, diversos medios internacionales reportan que el principal punto de discusión en la cumbre será una propuesta de “intercambio de territorios” para facilitar un cese al fuego.

Según versiones preliminares, Rusia aceptaría detener las hostilidades si Ucrania retira sus tropas de las zonas de Donietsk y Lugansk que aún controla. A cambio, Ucrania exigiría el retiro completo del ejército ruso de Jersón y Zaporiyia, regiones donde Moscú no ha logrado avanzar significativamente.

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No obstante, el gobierno ucraniano insiste en que no se trata de una concesión definitiva, sino de una retirada temporal sujeta a futuras negociaciones. Además, Kiev solicita garantías de seguridad y una posible vía de ingreso a la OTAN antes de contemplar cualquier acuerdo.

Presión internacional y expectativas inciertas

Este sábado, el canciller británico David Lammy convocó en Londres una reunión de alto nivel con representantes de Estados Unidos y Ucrania, incluyendo a J. D. Vance, vicepresidente estadounidense, y dos figuras clave del gobierno ucraniano: Andrey Yermak, jefe de la Oficina de la Presidencia, y Rustem Umerov, titular del Consejo de Seguridad y Defensa.

Allí, Ucrania reiteró su posición: alto el fuego general primero, negociaciones después. Además, cualquier acuerdo implicaría enmiendas constitucionales tanto en Kiev como en Moscú, una señal de lo complejo y sensible del proceso.

Analistas advierten que Trump llegará a Alaska con dos caminos opuestos: respaldar la propuesta rusa —rechazada por Kiev— o presentar una alternativa que no fracture aún más las relaciones con Ucrania y sus aliados. De lo contrario, la cumbre podría terminar en un fiasco diplomático.