Las calles de Cisjordania, Gaza y Al-Quds fueron inundadas por decenas de miles de palestinos indignados, dos días después del polémico reconocimiento de Jerusalén como capital del régimen de Israel por parte de EE.UU.
Esa decisión encendió la llama de protestas palestinas. Manifestaciones que fueron reprimidas brutalmente por las fuerzas israelíes. En un choque de balas contra piedras, murieron al menos tres palestinos y cientos más resultaron heridos.
Las banderas palestinas ondearon en diversas partes del planeta y en el Oriente Medio. En Irán, casi todas las ciudades del país vivieron marchas anti-EE.UU. y antiisraelíes.
También hubo manifestaciones propalestinas en otros países de la región como Yemen, Siria, Paquistán, Irak, Jordania, El Líbano, Egipto, Turquía y Afganistán. Los indignados quemaron la bandera estadounidense e israelí y reclamaron que Al-Quds es la línea roja del mundo musulmán.
La histórica y polémica decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, también fue repudiada en Atenas, capital de Grecia. Las protestas llegaron hasta frente a la Casa Blanca, en Washington y también en Nueva York.
La polémica decisión de Trump ha enterrado cualquier esperanza de paz en los territorios ocupados palestinos, que ahora están ante una inminente Intifada.