Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
Un estudio reciente realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins concluyó que las células del cerebro tienden a la autofagia cuando están expuestas a altas dosis de cocaína, proceso mediante el cual se producen la muerte autocanibalizándose. Además, en los experimentos que se llevaron a cabo en roedores, los investigadores encontraron que las crías de aquellos ejemplares que consumieron cocaína durante el embarazo también presentaban casos de autofagia.
Las altas dosis de cocaína durante un uso recreativo, provocan que las células del cerebro se consuman a sí mismas, en una especie de “autocanibalismo”. A esta conclusión se llegó a través de un experimento realizado por científicos publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” (PNAS) de esta semana.
El doctor Prasun Guha, quien encabezó el estudio, advierte que si bien la autofagia puede traducirse en un recurso de limpieza del cerebro, en este caso termina por destruir elementos fundamentales para su funcionamiento:
Una célula es como un ama de llaves que constantemente está limpiando basura de una casa. La autofagia es el ama de llaves que saca la basura, lo cual generalmente es algo bueno. Pero la cocaína provoca que el ama de llaves deseche cosas realmente importantes, por ejemplo la mitocondria, que produce energía para las células.
El descubrimiento de cómo la cocaína provoca la muerte de las neuronas, abre camino para el uso de un antídoto, llamado CGP3466B. Este compuesto experimental fue capaz de interrumpir la ruta bioquímica de la autofagia.
Primero se determinaron los mecanismos naturales de muerte celular y procesos de comunicación entre neuronas. El primer caso se llama apoptosis, que está programado de muerte para el correcto desarrollo del organismo. Además de otros tres mecanismos con respuesta “suicida” por agresión externa: la autofagia, el pyroptosis y necroptose.
En la comunicación entre las neuronas, descubrieron que se puede hacer con el óxido nítrico de gas, a través de la interacción con una enzima llamada GAPDH. Y para evitar esta interacción, el compuesto CGP3466B impide que las neuronas se consuman ellas mismas. Además, los experimentos mostraron que el compuesto puede rescatar la destrucción inducida por la cocaína en las células del cerebro, incluyendo las neuronas de fetos de ratón cuya madre recibió el fármaco durante el embarazo.