De la Redacción / GRUPO CANTÓN
CDMX.- Después de años marcados por medidas de aislamiento y cuarentenas en todo el mundo debido a la pandemia del Covid-19, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han anunciado una significativa actualización en las medidas preventivas.
A partir de este año, los CDC eliminaron el periodo de aislamiento obligatorio de cinco días para aquellos que dan positivo a la prueba de Covid-19. Esta decisión se basa en un estudio que revela que el riesgo asociado con esta enfermedad ha disminuido, equiparándose cada vez más a otros virus respiratorios comunes.
En lugar de emitir guías específicas para cada enfermedad, los CDC están lanzando una guía sobre virus respiratorios que incluye al virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, junto con enfermedades respiratorias comunes como la gripe y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Estas afecciones comparten vías de transmisión y síntomas similares, así como estrategias de prevención comunes.
La decisión de eliminar el periodo de aislamiento se basa en extensas pruebas realizadas en varios países que ya habían reducido los tiempos de resguardo recomendados. Los resultados revelaron que no se observó un aumento significativo en hospitalizaciones o muertes relacionadas con el Covid-19.
Aunque esta enfermedad se asemeje cada vez más a otros virus respiratorios, persisten algunas diferencias, como el riesgo de efectos secundarios posteriores al coronavirus. A pesar de esta nueva medida, los CDC continúan recomendando que la mejor manera de prevenir la propagación de enfermedades respiratorias es quedarse en casa y evitar el contacto con los demás cuando se esté enfermo.
Sin embargo, aunque las personas que dan positivo en las pruebas de Covid-19 ya no necesitan aislarse si han pasado al menos 24 horas sin fiebre, sin la ayuda de medicación, y si sus síntomas generales están mejorando, no hay que confiarse y se recomienda consultar al médico.
Estas actualizaciones reflejan un cambio en la estrategia de gestión de la pandemia, adaptándose a la evolución de la situación y la creciente similitud del Covid-19 con otros virus respiratorios comunes.