El Vaticano envió a los medios la misiva en la que el arzobispo Gómez explica que “en el 2005, un año después de haber sido ordenado obispo, la arquidiócesis tuvo conocimiento de una denuncia contra el obispo Salazar por conducta indebida con un menor”.
“Pese a que la acusación nunca se reportó directamente a la arquidiócesis, fue investigada por la Policía en el 2002 y el Fiscal de Distrito no la procesó”, añade.
El arzobispo José Gómez informa de que “la acusación contra el obispo Salazar provino de una supuesta conducta indebida que se dice ocurrió en la década de 1990, antes de ser ordenado obispo, cuando estaba sirviendo como sacerdote de una iglesia”.
“Como era obispo en el momento en que se recibió la denuncia, la arquidiócesis remitió el asunto a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, que realizó una investigación e impuso ciertas medidas de precaución al ministerio del obispo Salazar”, prosigue la carta.
El arzobispo José Gómez recuerda que Salazar siempre ha negado “cualquier acto inmoral”, pero matiza que él mismo solicitó y recibió permiso “de la Congregación para los Obispos de la Santa Sedepara presentar la acusación ante el Comité de Supervisión de Mala Conducta del Clero, una junta independiente de la arquidiócesis”.
“El Comité encontró que la acusación era creíble” y José Gómez presentó sus conclusiones y recomendaciones junto con su propio voto a la Santa Sede para que se tomara una decisión final sobre el estado del obispo Salazar.
Advertisement. Scroll to continue reading. Esta nota incluye información de: Staff