La ola de frío polar que se ha instalado desde el martes en el norte de Estados Unidos y el sur de Canadá ha causado la muerte de al menos 21 personas y decenas de hospitalizados con síntomas de hipotermia y gangrena, según el último balance de las autoridades estadounidenses publicado este viernes.
La mayoría de las muertes se ha registrado en la región central de Estados Unidos, en los estados de Michigan, Illinois, Ohio y Minesota, donde los termómetros se situaron a niveles históricos, como los -30 grados centígrados alcanzados en Chicago el jueves.
Además de los muertos, la tormenta polar ha provocado decenas de casos de congelación de extremidades, especialmente entre personas sin hogar.
Solo un hospital de Chicago ha tratado a medio centenar de personas con síntomas de congelación y algunas sufrirán amputaciones.
Un número sustancial de las muertes se ha producido a consecuencia de accidentes de circulación dadas las malas condiciones de muchas carreteras, cubiertas con hielo y nieve.
El transporte aéreo también se ha visto afectado por las malas condiciones meteorológicas. Este jueves, 2,300 vuelos fueron cancelados en Estados Unidos y hoy la cifra se ha reducido a 350, en su mayoría vuelos originados en Chicago.
En Chicago la temperatura que señala hoy el termómetro es de -11 grados centígrados, con una sensación térmica de -15 grados. Y los meteorólogos prevén que la situación mejorará rápidamente en las próximas horas hasta el punto de que mañana, sábado, el termómetro marcará 4 grados centígrados.
El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos (NWS) señaló en Twitter que “una gran tendencia templada empezará hoy y continuará durante el fin de semana”.
Pero los meteorólogos advirtieron que tras unos días de alivio, a mediados de la próxima semana la situación volverá a empeorar cuando una nueva masa de aire polar afectará la parte septentrional del centro y oeste de Estados Unidos.