NORUEGA.- Denis Mukwege y Nadia Murad recibieron este lunes el Premio Nobel de la Paz en la ceremonia en la capital noruega de Oslo.
Dividieron el premio de 9 millones de coronas suecas (1 millón de dólares).
“Ambos laureados han hecho una contribución crucial para centrar la atención y combatir estos crímenes de guerra”, afirmó la institución en un comunicado publicado en octubre.
Mukwege dirige el Hospital Panzi en la ciudad de Bukavu, en el este de la República Democrática del Congo. Abierta en 1999, la clínica recibe a miles de mujeres cada año, muchas de ellas necesitadas de intervenciones quirúrgicas por la violencia sexual.
Murad es una defensora de la minoría yazidí en Irak y lucha por los derechos de los refugiados y las mujeres en general. Fue esclavizada y violada por combatientes de ISIS en Mosul en 2014.
Piden fin a violencia sexual
El médico congolés hizo un llamado este lunes para que haya una mayor acción internacional contra el abuso, incluidas indemnizaciones para las víctimas.
En un discurso interrumpido por frecuentes aplausos, Mukwege criticó a la comunidad internacional por permitir que los congoleses fueran “humillados, abusados y masacrados a plena vista durante más de dos décadas”.
“Insisto en las indemnizaciones, medidas que dan a las víctimas compensaciones y satisfacción, y les permiten comenzar una nueva vida”, dijo. “Hago un llamado a los estados para apoyar la iniciativa de crear un fondo global para indemnizar a las víctimas de violencia sexual en conflictos armados”.
Decenas de grupos armados en Congo se benefician de minar los recursos minerales del país muchos de los se usan para fabricar productos electrónicos como smartphones.
Murad, parte de la minoría yazidi de Irak, fue secuestrada y sexualmente abusada por los milicianos del grupo Estado Islámico en 2014. Se convirtió en activista después de escapar y encontrar refugio en Alemania.
Durante la ceremonia dijo que quiere que los líderes mundiales traduzcan la empatía hacia las víctimas a una acción contra los agresores.
“El hecho permanece de que el único premio en el mundo que puede restaurar nuestra dignidad es la justicia y enjuiciamiento de los criminales”, dijo Murad.
“Niñas jóvenes en su plenitud de vida son vendidas, compradas, detenidas y violadas todos los días. Es inconcebible que la conciencia de los líderes de 195 países alrededor del mundo no se movilice para liberar a estas niñas”, agregó.
Berit Reiss-Andersen, directora del Comité Noruego del Nobel que escoge a los ganadores de paz, también dijo que la acción era necesaria.
“Este premio obliga a Denis Mukwege y Nadia Murad a continuar con su trabajo vital. Pero el premio nos obliga a estar lado a lado con ellos en la lucha para poner fin a la violencia sexual en tiempos de guerra”, agregó.
Con información de AP