Melbourne, Australia
Una mujer tuvo que ser sometida a cirugía para amputar su dedo pulgar a consecuencia de su hábito nervioso de morderse las uñas.
La joven sufrió bullying y de ahí desarrolló el hábito nervioso de morder sus uñas que terminó por desencadenar cáncer de piel y causar la pérdida de su dedo.
Courtney Whithirn de 20 años de edad jamás pensó que su costumbre de morder las uñas terminaría poniendo en riesgo su vida y una parte de su cuerpo.
Fueron pocos meses los que la joven sostuvo el hábito cuando su pulgar comenzó a ponerse negro, algo que ocultó a sus seres queridos.
Fue cuatro años después que ya no pudo cayar la situación pues su dedo se veía peor y los especialistas señalaban como primera opción quitar la uña para retirar la piel que se tornaba de color oscuro y posteriormente, proceder con un injerto de piel.