Redacción / Grupo Cantón
Brasil.- Durante el cierre de la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva lanzó una contundente crítica a Donald Trump, quien había amenazado con imponer un arancel adicional del 10 % a los países que respalden al bloque. Lula rechazó tajantemente esa postura y afirmó que “el mundo ha cambiado” y que las naciones ya no aceptan actitudes imperiales, remarcando que cada país es soberano y tiene derecho a decidir su camino.
Lula subrayó que el objetivo de los BRICS no es confrontar a Estados Unidos, sino construir un orden internacional más justo y equilibrado. Señaló que el grupo (integrado por economías emergentes con gran peso demográfico y económico) busca reformar instituciones como la ONU y el FMI, que aún reflejan estructuras de poder desfasadas. También reiteró el interés del bloque en reducir su dependencia del dólar para fomentar un comercio más autónomo entre sus miembros.
La reunión concluyó con un pronunciamiento colectivo en contra del proteccionismo y de las medidas comerciales impuestas de forma unilateral, como los aranceles punitivos. Sin nombrar directamente a Trump, varios líderes del grupo coincidieron en que este tipo de políticas son perjudiciales para la estabilidad global. Representantes de China, Rusia y Sudáfrica también defendieron el papel de los BRICS como un bloque de cooperación y no de confrontación.
Finalmente, Lula advirtió que, si Washington decide aplicar sanciones comerciales, los BRICS podrían responder en función del principio de reciprocidad. Aseguró que las decisiones de un solo país no deben condicionar el rumbo del resto del mundo y que el respeto mutuo entre naciones es clave para una convivencia internacional justa. Con estas declaraciones, Lula dejó clara la intención del bloque de consolidarse como un actor clave en el nuevo orden multipolar.