Eran hombres y niños de todas las edades. Algunos estaban encadenados, sin poder moverse, y muchos tenían marcas de tortura.
La policía nigeriana rescató a casi 500 personas de un edificio en la ciudad de Kaduna, al norte del país, donde habían sido detenidas contra su voluntad.
El jefe de policía del estado, Ali Janga, le dijo al periodista de la BBC, Ishaq Khalid, que la casa fue allanada después de que las autoridades recibieran un aviso alertando de actividades sospechosas.
Lo que se encontraron las fuerzas de seguridad al entrar, dice Janga, era una “casa de tortura” y cree que este es un caso de esclavitud.
Muchos de los niños tenían cadenas de metal alrededor de los tobillos.
Los detenidos, no todos de nacionalidad nigeriana, dijeron que habían sido torturados y que habían abusado sexualmente de ellos.
Además estaban hambrientos y sus captores les impedían salir.
En algunos casos estuvieron encerrados durante varios años.
Lo que no está claro es cómo llegaron allí.
Algunos de los niños le dijeron a la policía que sus familiares los habían llevado allí creyendo que el edificio era una escuela coránica.
Bello Hamza, uno de los hombres liberados, dijo que fue engañado por su familia que lo llevó al centro para poder quedarse con parte de una herencia que le correspondía.
“He pasado tres meses aquí con cadenas en mis piernas. Se supone que debo seguir mi maestría en la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica. Obtuve la admisión para estudiar Matemáticas Aplicadas, pero aquí estoy encadenado”, declaró a la agencia de noticias Reuters.