COLOMBIA
Javier Ordóñez era un padre de familia y esposo que se dedicaba a conducir un taxi para llevar el sustento a su casa. Estaba por recibir su diploma de abogado, y tenía estudios de areonáutica. Era residente de un conjunto del barrio Santa Cecilia, en la localidad de Engativá, y murió tras un violento operativo policial.
“Javier era abogado y había estudiado también aeronáutica. Pero tenía un taxi y vivía de su taxi. Tenía dos hijos que vivían con él, la mamá vive en Barcelona. Estaba en el apartamento bebiendo con dos amigos más, salieron todos, me imagino que a comprar cerveza”, le contó una de las tías de la víctima a Medios locales.
Tenía 44 años, sus dos hijos 11 y 15, y según allegados y conocidos, se trataba de un gran padre, esposo y amigo. Una de las preocupaciones de la familia del abogado ahora tiene que ver con que su madre está en Barcelona, y uno de sus hermanos en Argentina, y por la pandemia, es difícil que vengan a despedir a Javier.
“Javier era un hombre muy sociable. Todo el tiempo estaba rodeado de gente, era una persona muy entradora, hablaba mucho”, recuerda Eliana Garzón, excuñada de Javier, en conversación con EL TIEMPO, “el era el centro de las reuniones. Hacía reir a todos. Quiero destacar es el corazón de oro que tenía Javier. Esto no es porque él se haya muerto, en vida lo destaqué, él tenía un corazón muy bondadoso”.
Garzón agregó: “no quieran opacar la memoria de una persona diciendo cosas malas. Diciendo que era una joyita, que era un borracho, que él agredió a los policías, eso nunca pasó. Él era un papá, era un esposo, un hermano, un hijo”.
“Nosotros en este momento solo queremos reconstruir la vida de sus hijos y de su mamá. Estamos buscando ayuda psicológica para los niños, creo que la necesitan. Vamos paso por paso, esperando que se haga justicia. A nosotros nos interesa un proceso penal donde los responsables vayan a la cárcel”, sostuvo Garzón.
Por su parte Hernando Bermúdez, su primo, lo recuerda como un hombre responsable. “Sus hijos eran sus ojos, era una persona alegre, habladora. Le gustaba el derecho porque le encantaba defender a las personas, defender los derechos humanos de las personas”, afirmó.
“No lo trataron como un ser humano, nos mintieron porque nosotros en el altercado estuvimos porque yo vivo en el mismo conjunto que él. La Policía nos dijo que ellos iban para la URI de la Granja, eso fue mentira, ellos fueron para el CAI”, denunció.
“Mi primo salió caminando del conjunto, a él lo votaron en la patrulla y recibió el primer golpe en la cabeza, se lo llevaron al CAI y la próxima noticia fue que él había fallecido”.
Este hecho ha causado gran indignación en la ciudad y el país, yhubo plantones y cacerolazos en distintos puntos de la ciudad, entre ellos el CAI a donde trasladaron inicialmente al abogado, quien posteriormente falleció en la clínica Santa María del Lago.
Vía El Tiempo