CIUDAD DE MÉXICO.
La policía de California respondió a reportes de gritos provenientes de un restaurante el miércoles por la mañana y encontró a un hombre atrapado dentro de un viejo y sucio ducto de grasa de comida china para llevar. El sujeto había estado atrapado allí durante días, informó ABC 7.
Según una publicación en Facebook de la Oficina del Alguacil del Condado de Alameda, un hombre anónimo de 29 años había intentado allanar el restaurante de San Lorenzo —que en ese momento se encontraba cerrado— a principios de esta semana, mediante una táctica salida de Die Hard: el tipo se escabulló por un ducto de aire, pero juzgó mal el tamaño, así que quedó atrapado dentro, “cubierto de grasa y aceite” y sin poder moverse.
Atascado en el conducto oscuro durante dos días seguidos, su única compañía fue el olor desagradable de la grasa vieja y probablemente una profunda sensación de arrepentimiento. El sujeto pidió ayuda a gritos hasta que un vecino llamado Igor Campos finalmente lo escuchó.
“Seguía escuchando unos lamentos y pensé: ‘¿Quién puede ser?’”, dijo Campos a ABC 7.
Una vez que Campos encontró al tipo, llamó rápidamente al 911 y trató de acompañar al hombre aterrado hasta que llegó la policía.
“Le hice preguntas como ‘¿Cuál es tu nombre’”, señaló Campos. “Me contestó: ‘Por favor, ayúdame… por favor, no me hagas daño’. Yo le dije: ‘No estoy tratando de lastimarte, estoy tratando de ayudarte’”.
Los bomberos tardaron casi una hora en desatornillar la malla metálica del ducto de ventilación y desmontarlo lo suficiente para sacar al tipo.
“El hombre estaba físicamente agotado y sufría deshidratación. Fue trasladado en ambulancia a un hospital local para recibir tratamiento”, aclaró la Oficina del Alguacil del Condado de Alameda. “Es probable que no hubiera sobrevivido otro día dadas las circunstancias”.
Según informes, la policía está “llevando a cabo una investigación de allanamiento y vandalismo” para determinar si el tipo intentaba entrar a hurtadillas al restaurante vacío para robar accesorios viejos o cable de cobre, pero sin importar qué le ocurra, tiene suerte de estar vivo: la posibilidad de ir a prisión no puede ser peor que pasar dos días dentro de un oscuro ducto de grasa. Se espera que tenga una pronta recuperación, pero no está claro si el tipo podrá disfrutar de la comida china de nuevo sin sufrir flashbacks aterradores.