Recientemente se dio a conocer que un joven británico que chantajeaba a usuarios de páginas pornográficas, fue sentenciado a seis años y cinco meses de cárcel.
De acuerdo con información de la Agencia Nacional de Delitos del Reino Unido(NCA, por sus siglas en inglés), el criminal de nombre Zain Qaiser, había conseguido grandes cantidades de dinero.
Su modus operandis era el siguiente: infectaba las computadores de los visitantes de páginas pornográficas con un software malicioso que provocaba la congelación de la máquina.
Una vez hackeado, el ordenador mostraba un mensaje que aparentaba ser de una agencia de seguridad del gobierno, en el cual se afirmaba que se había cometido un delito y que el ‘infractor’ debía pagar una multa –de entre 300 y 1.000 dólares– para acceder a la liberación de la computadora.
Las investigaciones revelaron que Qaiser formaba parte de un grupo internacional de ‘hackers’ de habla rusa, que había estafado a múltiples personas en más de 20 países y obtenido más 700.000 libras esterlinas (aproximadamente 914.000 dólares) mediante sus crímenes cibernéticos. Se sospecha, incluso, que cuenta con más dinero escondido en el extranjero.
Sus delitos informáticos comenzaron en el año 2012 y se presume que duraron hasta diciembre de 2018, cuando fue detenido. Ya antes, en el 2014, había sido arrestado por primera vez y luego acusado en febrero del 2017. Los investigadores identificaron posteriormente una serie de cuentas bancarias a su nombre con flujos de unas 100.000 libras esterlinas (130.500 dólares, aproximadamente), por lo que fue arrestado a finales del año pasado bajo sospecha de lavado de dinero.
El joven, de 24 años, admitió 11 delitos ante un Tribunal de Kingston-upon-Thames. Chantaje, fraude, lavado de dinero y uso indebido de computadoras, son alguno de ellos.
Un oficial superior de la NCA, Nigel Leary, declaró que este caso es uno de los mayores en materia de delitos cibernéticos que ha investigado la agencia.
Se informó que el joven gastaba el dinero que obtenía de su actividad criminal en estadías en hoteles exclusivos, prostitutas, juegos de azar, drogas y artículos de lujo, incluido un reloj Rolex de 5.000 libras esterlinas.