Hace un año, Rebecca Cannon denunció de manera pública a la marca Banana Boat por las quemaduras de segundo grado que padeció su hija de 14 meses de edad cuando untó su cara con un protector solar para niños.
La hija de la señora Cannon hoy se encuentra mucho mejor, pero éste y otros casos de niños que desarrollaron quemaduras y ampollas preocuparon a padres de familia de Norteamérica. Si exponerse al sol es tan peligroso como el uso de un protector solar, ¿cuál es la mejor manera de proteger a niños pequeños?
En primer lugar, hay que tomar nota de las advertencias que también deben seguir los adultos: vestir ropa ligera, con mangas y colores claros, algún tipo de gorra para proteger el rostro, y claro, tratar de que el menor permanezca bajo la sombra, fuera de la luz directa.
Tampoco hay que descartar del todo los protectores solares. Bajo los niveles de radiación solar registrados en la actualidad, un buen protector es esencial para niños a partir de los 6 meses de edad.
Los casos de quemaduras como los mencionados arriba son extraordinarios, pero pueden suceder, por más remota que sea la probabilidad.
La piel de cada persona puede tener reacciones distintas al contacto con una crema, por lo que se recomienda que el padre sea el primero en probar el protector sobre su propia piel. Si la crema no provoca quemaduras o ampollas, entonces el niño corre menos riesgo de desarrollar una reacción adversa.
Otra serie de recomendaciones importantes:
Busca los protectores solares que indiquen entre 30 y 50 FPS (factor de protección solar) y verifica si usan 3% avobenzona (en los protectores químicos) u óxido de zinc como ingrediente activo (en los protectores naturales).
Evita los productos que incluyan entre sus ingredientes palmitato de retinil (vitamina A) y oxibenzona.
También evita los aerosoles. Esto se debe a que la gente no suele usar el protector suficiente y, aunque sean más convenientes, la gente no sabe usar este tipo de productos; es muy fácil que partículas de estos ingresen al organismo por medio de la boca o la nariz.