Cuando el doctor Harold Bornstein describió, en grandilocuente prosa, la salud del entonces candidato Donald Trump, en 2015, el lenguaje que utilizó fue sorprendentemente similar al estilo favorito de su paciente.
Resulta que fue el mismo paciente quien escribió el parte médico, según Bornstein.
“Él dictó el certificado completo. Yo no escribí ese certificado”, le dijo Bornstein a CNN este martes. “La inventé a medida que avanzaba”, agregó.
La admisión es completamente irrelevante por su respuesta, más de dos años después de la emisión del certificado, y responde a una de las constantes preguntas sobre las más recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos, en la que Donald Trump resultó ganador. Este certificado arrastró al excéntrico Bornstein, con su cabello largo hasta los hombros y anteojos redondos, a la vista del público.
“Su fuerza física y resistencia son extraordinarias”, decía en el certificado difundido por la campaña de Trump en diciembre de 2015. “Si es elegido el señor Trump, puedo afirmarlo inequívocamente, será el sujeto más saludable que se haya elegido para la presidencia”, seguía el documento médico.
El documento no ofreció mucha evidencia médica para esas afirmaciones más allá de citar una presión arterial de 110/65, que Bornstein describió como “asombrosamente excelente”. Afirmaba que Trump había perdido casi 7 kilos el año previo. Y describió su salud cardiovascular como “excelente”.
a Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios sobre el reclamo de Bornstein.
Luego, a medida que aumentaban las dudas sobre la salud tanto de Trump como de su rival Hillary Clinton, Bornstein ofreció una evaluación más profesional, enumerando cosas como la altura, el peso y los medicamentos recetados a Donald Trump.
Más tarde le dijo a Drew Griffin de CNN que el primer parte médico lo había hecho a la marcha, mientras veía pacientes.
“Simplemente me apuraron por el tiempo”, dijo en septiembre de 2016. “Tenía personas que ver”. Insistió entonces en que las palabras eran suyas.
“¿Realmente escribí ese certificado? Sí”, dijo.
Ahora, cuando Bornstein vuelve al centro de atención, alegando que el exguardaespaldas de Trump, Keith Schiller, entró a robar su oficina cuando Schiller recuperó los registros médicos de Trump, la historia tras el documento médico se hace más clara.
“Ese es el humor negro, ese certificado. Ese es mi sentido del humor”, dijo. “Es como la películaFargo: toma la verdad y muévela en una dirección diferente”, agregó.
Bornstein dijo que Trump le dictó el certificado cuando el médico y su esposa conducían por Central Park, en Nueva York.
“(Trump) dictó el certificado y yo le agregué lo que no pudo poner allí”, dijo. “Vinieron a recoger su certificado a las 4 en punto o algo así”, precisó.
FUENTE/EXPASIÓN