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Deja atrás supersticiones del año bisiesto

Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.

El 2016 tendrá un día extra en el calendario: este año es bisiesto, por lo que febrero tendrá 29 días en lugar de 28, es decir 366 días en lugar de 365.

Esto ocurre porque la duración del año trópico (el tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta alrededor del sol) no son 365 días exactos, sino 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.

Las horas adicionales se redondean en seis, por lo que cada cuatro años se acumulan 24 horas, es decir un día adicional.

Para corregir el desfase del año trópico cada cuatro años ese día extra se agrega al calendario, siendo el 29 de febrero.

Fuentes históricas indican que Julio César fue quien instauró los años bisiestos en el año 46 A.C, apoyado por el astrónomo y matemático, quien implementó el calendario juliano.

El calendario contenía 365 días y cada cuatro años agregaba un día extra, para juntar las horas que quedan en desfase por la rotación de la Tierra.

¿Qué dice la astrología?

L La mala fama de los años bisiestos no tiene razón de ser desde el punto de vista de la astrología, ya que todos nacemos cuando el Sol está en un determinado grado, minuto y segundo del Zodíaco, que es la forma de medir el paso del Sol u otros planetas por las constelaciones. Cada signo tiene 30o y toda la rueda zodiacal contiene 360o.

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Todos los años el Sol pasará por ese mismo grado (retorno solar), aunque no siempre eso sucederá el mismo día. Por eso, no importa que se haya nacido un 29 de febrero, ese momento coincidirá con un grado, minuto y segundo de la constelación de Piscis.

El significado del año bisiesto nos aclara algunas cosas acerca de la influencia que pueda ejercer en nuestras vidas. Las vivencias que se manifiestan durante los años bisiestos buscan marcar nuestras vidas para crearnos conciencia de algunas cosas importantes.

A menudo eso provoca grandes movimientos que nos alertan de la necesidad de poner más atención en el propósito de nuestra existencia, en ser más solidarias, generosas y compasivas.

Pero la infravaloración o mala utilización de este poder también facilita el abuso, la exageración, los excesos, la debacle o la proliferación de calamidades de cualquier tipo, tanto en la naturaleza en nuestras circunstancias personales.

Por otra parte, hay que decir que desde el imaginario colectivo es donde se construyen y nutren las creencias que dan vida a los vaticinios nefastos. Al atribuirle al año bisiesto tendencias adversas, la tradición repetida crea un arquetipo, un modelo de pensamiento que acaba por convertirse en realidad.

Publicado por
Redacción Quintana Roo